Donald Trump se enfrenta a los científicos
REDACCION EL MUNDO | 5/18/2017, midnight
Ademas, les prohibió que firmaran nuevas subvenciones para realizar sus investigaciones hasta que él nombrase a un nuevo director, cosa que hizo a mediados de febrero. El elegido fue Scott Pruitt, un conocido escéptico del cambio climático. Abogado, ex fiscal general de Oklahoma, en el pasado Pruitt demandó hasta en catorce oportunidades a la EPA, defendiendo los intereses de las petroleras. Los propios funcionarios de la agencia desarrollaron una intensa (y anónima) campaña en medios de comunicación y redes sociales para bloquear su nombramiento. Obviamente, fracasaron.
Lo peor llegó el 27 de marzo. Ese día, Trump firmó un decreto con media docena de medidas para impulsar la producción de petróleo. Una de las más impactantes fue eliminar el requisito de que las agencias del Gobierno Federal consideren el impacto al cambio climático en sus decisiones. Asimismo, dispuso reescribir las directrices del Plan de Energía Limpia promulgado por Barack Obama, que establecía que para el 2030 Estados Unidos reduciría las emisiones de carbono de las centrales eléctricas en un 32% con respecto de los niveles de 2005.
Estas medidas significaron el inicio del desmantelamiento de las políticas medioambientales impulsadas por Obama con el fin de reducir la dependencia de los combustibles fósiles y relanzar las energías renovables.
Los científicos de este país no se quedaron de brazos cruzados y respondieron. Como consecuencia de la censura presidencial a las cuentas oficiales de las agencias medioambientales, muchos trabajadores han creado cuentas alternativas en las que protestan ante las restricciones impuestas por el presidente. Y el 28 de abril, Día de la Tierra, miles salieron a manifestarse en las ciudades más importantes del país en defensa de la investigación y el pensamiento científico.
El trabajo científico no es valorado en Estados Unidos pero sí en Francia, especialmente por el nuevo presidente de ese país, Emmanuel Macron, quien lanzó la siguiente invitación que debería avergonzar a los retrógradas de nuestro país: “No tengo ninguna duda sobre el cambio climático y sobre cuán comprometidos debemos estar respecto de este tema. Por favor (científicos estadounidenses), vengan a Francia. Ustedes son bienvenidos, es su nación, nos gusta la innovación. Queremos personas innovadoras. Queremos que la gente trabaje en el cambio climático, las energías renovables y las nuevas tecnologías. Francia es su nación”.
Los científicos están preocupados por las consecuencias que ya padecemos debido al cambio climático. Y por eso la invitación del presidente Macron resulta tan tentadora. Aunque eso signifique abandonar el país