Primer gran fracaso presidencial


Agencias / Cortesía | 3/30/2017, midnight
Primer gran fracaso presidencial
Obamacare |

El proyecto para derogar el plan de salud de Barack Obama fue una prueba política importante para el actual presidente del país. No pasó. ¿Qué tan mala fue la derrota de la propuesta de ley de reforma de salud de Donald Trump en la Cámara de Representantes? Mala. Muy mala. Fue una derrota humillante.

Por siete años, los republicanos han pedido abiertamente la derogación de las reformas en el sistema de salud impulsadas por Barack Obama durante su presidencia, conocidas como ‘ObamaCare’. Así que el Proyecto de Ley de Reforma de Salud se había convertido en algo más que la primera pieza de legislación importante impulsada por una Casa Blanca y un Congreso controlado por los republicanos.

La reforma también era una primera prueba política clave que llegaba justo cuando Donald Trump debería estar en el punto más fuerte y sólido del ejercicio del poder y como agente de cohesión de su partido. Además, se supone que es un ‘gran negociador’. Pero, con todos esos factores a favor, ni Trump ni Paul Ryan (el líder de la Cámara de Representantes), ni los republicanos que han asumido las riendas de Washington, pudieron cumplir con la misión.

El presidente intentó echarle la culpa a la minoría demócrata. Ese argumento detona carcajadas. El desastre público-político se explica en tres razones fundamentales: Un presidente que resultó ser un mal negociador; el liderazgo solitario de Paul Ryan, cuya incapacidad para consensuar con sus compañeros legisladores fue puesta en evidencia; y una agenda política descarrilada a priori por el mal cálculo presidencial de haber asumido la reforma sanitaria como su primera prioridad legislativa.

Aunque el Congreso de la Unión falló en su intento por desmantelar la ley, el gobierno de Trump todavía puede socavarla a través de acciones ejecutivas. De hecho, ya lo ha hecho. El mandato de que todos los estadounidenses deben comprar un seguro de salud no se está implementando. Se están reduciendo los esfuerzos para alentar a que la población se registre en planes de salud. Más estados tendrán un margen de maniobra para alterar y ajustar la forma en que se implementa la ley.

Y todo esto podría significativamente afectar la manera cómo se percibe y cómo opera el ‘ObamaCare’ a lo largo de Estados Unidos.

Cuando la próxima elección empiece a calentar los motores, el Partido Republicano podría enfrentar a un Partido Demócrata agitado y a una base desilusionada por el fracaso. Eso, aunque es innecesario decirlo, es una receta para un desastre electoral. A

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