La dañina y tóxica ‘independencia energética’
Tania Del Ángel Pich | 3/30/2017, midnight
Mucho se especula sobre el cambio climático y el efecto que produce en los seres humanos. Para muchos, el calentamiento global es una inminente consecuencia de las acciones del hombre, mientras que para otros, es simplemente un ‘cuento chino’, tal como lo ha señalado Donald Trump en repetidas ocasiones.
Horas antes del pasado martes 28 de marzo, día en que estaba programada la firma de un nuevo decreto presidencial, Virginia Palacios, (foto) portavoz del Environmental Defense Fund, comentó con resignación para El Mundo Newspaper: “Esperamos que el presidente ataque el Plan de Energía Limpia, las únicas protecciones a nivel nacional que limitan la contaminación de carbono proveniente de las plantas de energía alimentadas por combustibles fósiles que desestabiliza el clima, afectando gravemente el medio ambiente y la salud pública”. Los temores de Palacios se hicieron realidad. Donald Trump firmó el decreto conocido como la normativa de ‘Independencia Energética’ y lo hizo en la Agencia de Protección Ambiental (EPA), nada menos.
Tal decreto tendría devastadoras consecuencias para el país, sobre todo para la comunidad latina. “La mayoría de los latinos viven en tres estados que están experimentando un fuerte cambio climático, como lo son Florida, California y Texas. Uno de cada dos latinos vive en condados con altos índices de contaminación en el país; mientras que niños latinos son dos veces más propensos a morir de asma que otro menor de cualquier otra raza”, advirtió Palacios.
El decreto revierte el plan de energía limpia de Barack Obama que obligaba a los estados a reducir las emisiones de carbono de sus centrales eléctricas, un elemento crítico para ayudar al país a cumplir sus compromisos en el acuerdo mundial sobre el cambio climático alcanzado en París en diciembre del 2015. También deja sin efecto la prohibición de arriendo de minas de carbón en tierras federales, deroga las reglas para reducir las emisiones de metano procedentes de la producción de crudo y gas y disminuye la ponderación del cambio climático en la evaluación sobre las nuevas regulaciones de las agencias federales.
“Aunque es muy temprano para saber cómo reaccionará el país ante la orden ejecutiva; sabemos que Scott Puitt, el nuevo líder de EPA, personaje que ha construido su carrera política destruyendo las leyes que favorecen al aire limpio y a la protección del agua, ahora está encargado de hacer cumplir las leyes del medioambiente, lo cual nos deja con muy pocas esperanzas de que luche por el bienestar climático y la salud pública”, concluye Virginia Palacios.