La Administración Trump envió una serie de instrucciones diplomáticas en las que obliga a sus embajadas a que aumenten la revisión a los solicitantes de visas, a que investiguen exhaustivamente su pasado y, en algunos casos, a que revisen sus redes sociales.

Las nuevas medidas se aplicarían a la mayoría de países de Asia, África y América Latina. La excepción son los 38 países que son parte del programa de concesión de visados, entre los que están los miembros de la Unión Europea, Corea del Sur, Australia y Chile, el único país sudamericano.

Los solicitantes de países como Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen y de los identificados como ‘riesgos de seguridad’, deberán informar sobre su historial de viajes y de trabajo durante los últimos 15 años.

También deberán proveer sus números de teléfono, direcciones de correo electrónico y cuentas de redes sociales durante los últimos cinco años.