Apesar de algunos avances y del inicio cada vez más precoz de la actividad sexual (16 años), hablar sobre sexo en la familia puede ser considerado un tema tabú en la comunidad hispana.

El inicio de la etapa sexual no necesariamente va de la mano con el inicio de la menstruación, sino de los cambios como la ovulación, la fluctuación de las hormonas y el grado de madurez para entender las consecuencias de las relaciones sexuales. Si bien no hay edad ideal para el inicio de la vida sexualmente activa, ya que cada ser humano evoluciona a un ritmo diferente, es importante considerar la madurez orgánica y psicológica que necesita alcanzar la persona para comenzarla.

Es necesario que los padres y madres de familia conversen abiertamente con sus hijas y las ayuden a crear un vínculo de comunicación con ellos y con el ginecólogo. Muchas jóvenes tienden a preguntar a sus amigas o buscan soluciones a sus problemas en Internet, y no consideran al especialista como alguien que puede ayudarlas en varias etapas de su vida. Acudir a la consulta en ginecología prepara a las jóvenes con orientación y herramientas que pueden aprovechar para tomar decisiones acertadas. Además, brinda la ayuda necesaria para que conozcan su cuerpo y estén mejor preparadas.