Desde que el Gobierno Federal arrancó el programa de Protección Temporal, el papel que asumió México frente a los haitianos que ingresaban por la fronteriza Ciudad de Tapachula (Chiapas), fue el de entregarles un oficio de entrada de 20 días que permitía el libre tránsito por el territorio nacional. Así pasaron por suelo mexicano alrededor de 19,000 haitianos. Desafortunadamente para ellos, la Administración Obama canceló ese beneficio.

Los haitianos que ya no pudieron ingresar a Estados Unidos comenzaron entonces a mirar a México como una segunda opción. Regresar a su país no era una opción viable para ellos: Haití es el país más pobre del Hemisferio y depende (actualmente en un 70%) de la ayuda internacional. Según la Organización de las Naciones Unidas, el país vive una de sus peores crisis alimentarias y 59,000 personas siguen en campos de refugiados. Por todo eso, la comunidad haitiana quiere quedarse en México.

Sin embargo, México tiene fama de dar muy pocas visas humanitarias o refugio. De 2002 a 2014, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) sólo otorgó esos beneficios a 1,716 personas. En la coyuntura de la crisis de refugiados haitianos la COMAR ha dado 131 visas: 76 por razones humanitarias y 55 por refugio.

Con estos documentos algunos haitianos se han incorporado a la industria maquiladora. Según la Asociación de la Industria Maquiladora y de Exportación (Index), los haitianos tienen amplias posibilidades de empleo porque actualmente hay alrededor de 8,000 vacantes sólo en el municipio de Tijuana y de entre 15,000 y 20,000 vacantes en Ciudad Juárez, Tamaulipas y Sonora.