Clausura 2017 : Caos en la liga mexicana


Pedro Albundia | 3/16/2017, midnight
Clausura 2017 : Caos en la liga mexicana
Arbitros Mexicanos |

Se veía venir. El ambiente ya se había puesto tenso. Esta vez, los árbitros no soportaron más, y hacen bien porque de seguir solapando conductas agresivas en el campo de juego, durante y después de cada partido, se daría la señal de que la violencia es aceptada y hasta justificada.

La paralización de la décima jornada del fútbol mexicana es consecuencia directa del incentivo a la violencia que hicieron semanas atrás el brasileño ‘Tuca’ Ferretti y el argentino Ricardo La Volpe con deleznables conductas que ambos evitarían de trabajar en sus países de origen.

Los episodios más bochornosos registrados en canchas mexicanas, desde hace, por lo menos, diez años, son protagonizados por jugadores o por directores técnicos sudamericanos o extranjeros.

Por eso no sorprende (aunque sí indigna) los exabruptos del argentino Rubens Sambueza (Toluca) y de su compatriota y colega de equipo, Enrique Triverio; además del arrebato del paraguayo Pablo Aguilar (América).

Los tres demostraron una conducta opuesta al ‘fair play’. Los tres transgredieron y mancillaron el espectáculo que los verdaderos amantes del fútbol pedimos y exigimos de ellos.

Es más, tanta alevosía previa, incentivada por los gritos y las amenazas destempladas del brasileño Ferretti y del argentino La Volpe, parecen haber contagiado al directivo mexicano Ricardo Peláez (América) vergonzosamente protagonista de un conato de bronca concluido el encuentro en el que su equipo fue bien eliminado de la Copa MX por el Tijuana.

El lector debe saber también que la creciente violencia en las tribunas de los estadios mexicanos nació con la llegada de los ‘barra-bravas’ argentinos, los cuales huyeron de la crisis que vivió ese país sudamericano entre 1998 y 2002. La mala influencia de esos individuos, verdaderos delincuentes que se hacen llamar hinchas de determinados colores e instituciones, está provocando que los estadios mexicanos dejen de ser los lugares de encuentro familiar que antaño fueron. Basta escuchar las porras de influencia argentina para advertir que los niños y niñas están expuestos al lenguaje vulgar y procaz de gente que no ama ese suelo ni le importa el detrimento de su sociedad porque, simplemente, no son de ahí y no sienten pertenencia ni gratitud.

La misma violencia canalla se puede ver, aunque en menor intensidad, en las canchas del Centro de Texas y en algunos partidos de la MLS y de otras ligas de fútbol a nivel nacional. Aunque insipiente, no debemos permitir que la agresividad que se ve por TV sea aceptada y copiada, y menos que tengamos que sufrirla aquí.

El fútbol es el deporte más popular del mundo y el que más pasiones despierta, pero esas emociones deben canalizarse de la mejor manera, para no dañar la propia integridad ni la de quienes nos rodean, especialmente cuando se trata del rival y de la propiedad pública y privada.

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