Superando a otros inmigrantes como emprendedores, los más de 3.4 millones de refugiados que viven en este país se han convertido en una pieza importante para la economía nacional. Según un estudio de la organización Nueva Economía Americana (NAE), sólo en 2015, año del que se tienen los datos más precisos, este tipo de familias reportó ingresos por más de 77,000 millones de dólares y el pago de impuestos por más de 21,000 millones.

Los negocios de los refugiados generaron 4,600 millones de dólares el año 2015.

Además, quienes llegaron a este país huyendo de sus países (ya sea por guerras o desastres naturales) logran ingresos promedio de 67,000 dólares al año, alrededor de 14,000 dólares más que la media nacional. Comparado con los hispanos, por ejemplo, los refugiados, como grupo social, tienen un mayor nivel de ingresos promedio, ya que los latinos reciben 42,000 dólares anuales en promedio.