Con la venia del Gobernador Greg Abbott, Texas tiene ahora las tarifas más bajas del país cuando se trata de sacar una licencia para portar armas. Así, el costo de los permisos de portación de armas por primera vez pasó de $140 a $40; y las renovaciones por cinco años cuestan ahora $40 (antes valían $70). La ley que permite esta reducción de los precios a las licencias de portación de armas le costará a la economía texana alrededor de 22 millones de dólares en el presupuesto 2018/2019. Esta es una medida que alienta la compra de armamento y que se une a otras disposiciones del mismo fondo.

Recordemos que ya existe una ley que permite a los texanos portar sus armas enfundadas y a plena vista. Sin embargo, esa ley tiene restricciones, ya que todavía prohíbe las armas en ciertos lugares públicos, entre ellos, iglesias, hospitales, correccionales y algunos lugares donde se sirve o se vende alcohol. También se puede portar armas en el campus de la UT de Austin.

Para obtener una licencia, los solicitantes deben tener 21 años, pagar la tarifa estipulada; obtener una verificación que demuestre que no tienen antecedentes penales y completar un curso de capacitación de cuatro horas. No es necesario un chequeo psicológico para conseguir armamento.