Generalmente, todos hemos tenido problemas para dormir en algún momento de nuestra vida. Los problemas personales o profesionales, el trabajo, entre muchas otras cosas son algunos de los motivos que afectan de forma negativa el sueño, es decir, impedir que descansemos lo suficiente por las noches.

El sueño juega un papel crucial en la salud, en los niveles de energía y en el funcionamiento diario, todo esto teniendo en cuenta que durante el sueño el cerebro gestiona la energía química del cuerpo, consolida la memoria y pensamientos del día anterior y lleva a cabo importantes procesos fisiológicos como la eliminación de toxinas, por estas razones dormir bien es de vital importancia para el organismo.

Si tiene problemas para conciliar el sueño o para quedarse dormido, no el primer paso hacia conseguir un mejor sueño es observar sus patrones de este. Tome nota de cuánto duerme cada noche, qué factores contribuyen a su sueño o falta de él, qué tan descansado se siente a la mañana siguiente y cuánta energía tiene a lo largo del día. Después de esto, intente con las siguientes estrategias:

• La oscuridad como factor clave. Dormir con poca luz hace que su cerebro libere melatonina para un efecto calmante y soñoliento. Como resultado, es importante minimizar su exposición antes de acostarse. Incluso la luz de su computador, televisor u otros dispositivos podría hacer más difícil para usted dormirse, entonces opte por no tenerlos en la habitación y en dado caso use máscara de ojos para dormir.

• Temperatura. Generalmente los adultos pasan cerca de un tercio de sus vidas dormidos, por lo que es importante invertir en ropa de cama que sea cómoda y relajante. Antes de entrar a la cama, intente que su habitación esté algo fría, esto porque ayudará en la caída de temperatura natural de su cuerpo.

• Todo es cuestión de rutina. Así como los niños, los adultos duermen mejor cuando tienen una rutina para acostarse. Hacer lo mismo antes de ir a la cama cada noche puede ayudar a preparar su cuerpo para descansar y acondicionar su cerebro para dormir. Practique diariamente las actividades que promueven la relajación, como el estiramiento suave, lectura, escuchar música o la meditación.

• Maneje el estrés. Este es un punto muy importante, ya que manejar el estrés puede desempeñar un papel importante en su capacidad para descansar y así poder permanecer dormido. Si su mente ocupada le mantiene despierto durante la noche, trate de poner en practicar técnicas de manejo del estrés antes de acostarse. Aromaterapia, respiración profunda, mantener un diario de gratitud o meditación, son algunas de las recomendaciones.

• Levántese y haga una actividad. Si definitivamente usted se encuentra acostado y no logra conciliar el sueño, levántese y haga algo que promueva la relajación. Esto podría ser la lectura de un libro sin interés, la práctica de una técnica como centrarse en su respiración. Cuando comience a sentirse somnoliento, regrese a la cama.