Entre la sobreprotección y el amor a los hijos
REDACCION EL MUNDO | 7/20/2017, midnight
Las madres de familia tienden a engreír más a sus hijos, haciéndoles un daño involuntario
El rol de los padres o de las madres de familia es enseñar y guiar a los hijos, no resolverle cada aspecto de su vida. Los psicólogos advierten que los progenitores que interfieren de esa forma en el desarrollo de sus retoños son sobreprotectores y les hacen mucho daño. Si quieres saber si ‘en nombre del amor’ estás cometiendo este error, analiza estos comportamientos:
– Le haces las tareas, lo peinas, le das de comer y hasta cuando le hacen una pregunta, contestas por él.
– No lo dejas explorar el mundo. Si desea tomar o asir algo o gatear, en el caso de los más pequeños, no se lo permites por temor a que se dañen.
– No le pones límites. Le dices ‘sí’ a casi todo lo que te pide.
– Le resuelves todo. Si se peleó con un amiguito, intervienes para que se amisten, no dejas que solucione sus problemas solo.
Si te reconoces como un papá o una mamá sobreprotector(a), es mejor que empieces a ‘soltar la cuerda’, porque en tu afán de evitar que tus hijos salgan lastimados, estás perjudicando su desarrollo social. Los niños sobreprotegidos generalmente se convierten en personas tímidas, antisociales, inseguras y con mucha dificultad para comunicarse.