Corre peligro la vida de una detenida en el T. Don Hutto
Tania Del Ángel Pich | 7/6/2017, midnight
Las organizaciones Grassroots Leadership y American Gateways piden la liberación inmediata de la joven salvadoreña Brenda Menjivar Guardado (21), quien se encuentra detenida en el T. Don Hutto Residential Center en Taylor (norte de Austin) ya que aseguran que su vida corre peligro debido a que no recibe el tratamiento médico adecuado para la diabetes tipo 1 que padece.
EL DATO
Defensores de los derechos de los inmigrantes piden el apoyo de la comunidad para que Brenda Menjivar Guardado sea liberada. Si desea apoyar, comuníquese a las oficinas de ICE en San Antonio marcando el (210) 283-4712. Su llamada irá directamente a un buzón de mensajes donde usted podrá grabar su petición de liberación de Brenda Menjivar Guardado, retenida en el T. Don Hutto Residential Center. Puede comunicarse a cualquier hora del día.
Menjivar Guardado llegó a este país en busca de asilo político pero fue detenida en Laredo (sur de Texas) a principios de junio pasado y desde entonces recibe, aparentemente, dosis de insulina mal suministradas.
De acuerdo al abogado de Menjivar Guardado, ella llegó al país con su propio medicamento, Novolin, y cuando fue arrestada los agentes de la Patrulla Fronteriza; sin embargo, al ser transferida al cuidado del ICE, agencia que la derivó al T. Don Hutto Residential Center el pasado 8 de junio, le quitaron el fármaco.
“Nos informaron que la vida de Brenda Menjivar Guardado corre peligro debido a que sus niveles de azúcar están fuera de control. Ha perdido alrededor de quince libras y tiene dificultad para respirar y visión borrosa. La insulina que Brenda traía consigo desde El Salvador era de acción rápida y prolongada. En el centro de detención de Hutto recibe cinco inyecciones de insulina diaria, pero no es la insulina adecuada”, comenta para El Mundo Newspaper Bethany Carson, investigadora y organizadora política de Grassroots Leadership.
Por su parte, American Gateways, agencia encargada de proporcionar orientación legal a mujeres detenidas en el T. Don Hutto Residential Center, presentó una petición al ICE solicitando la libertad inmediata de Menjivar Guardado por razones médicas.
DEBE SABER
El pasado 23 de junio, su abogado presentó una solicitud para que Menjivar Guardado sea liberada por razones médicas. Esa solicitud fue denegada. Su abogado solicitó a las autoridades que lo reconsideren. Hasta el pasado 26 de junio, ICE no cambió el medicamento a Brenda y el martes 27 de junio negaron la solicitud de libertad.
‘Según nos ha informado su abogado, lo único que ella quiere es poder salir del centro de detención porque tiene miedo de padecer un coma diabético. Ella está aplicando para obtener asilo político en este país pero el trámite le requeriría seguir un mayor tiempo en ese centro de detención. Brenda se encuentra entre la espada y la pared, en estos momentos prefiere volver a El Salvador, donde su vida también corre peligro pero siente que en el centro de detención es aún peor’, dice Carson.
Esta emergencia médica se produce sólo semanas después de que el inmigrante hondureño Rolando Meza Espinoza pierda la vida también por complicaciones de la diabetes. Supuestamente, Meza Espinoza recibió tratamiento médico inadecuado después de un mes de estar en custodia del ICE en Nueva Jersey.
Bethany Carson mantiene la esperanza de que, a través de llamadas telefónicas a la oficina de ICE en San Antonio, se logre la liberación de Menjivar Guardado. La representante de Grassroots Leadership asegura que existe un precedente: “Tras una campaña exitosa de la organización Raíces se logró la liberación de una mujer que había intentado suicidarse en el Karnes County Residential Center (San Antonio). Ese es un claro ejemplo de que gracias a las llamadas de emergencia por parte de la comunidad se puede lograr la liberación de una mujer en peligro”.
Esta no es la primera vez que el T. Don Hutto Residential Center enfrenta una queja por negligencia en el cuidado y trato de sus internas. “Ese centro de detención es operado por la compañía privada de prisiones Corrections Corporation of America (CCA), y sus contratistas médicos brindan servicios de bajo costo y mala calidad. La operación de estos centros sólo beneficia a los propietarios”, concluye Carson.