En una relación de pareja, lo más usual es que el hombre sea mayor que la mujer. Sin embargo, en los tiempos modernos, esta tradición o norma de la sociedad ya cambió, en torno a la diferencia de edad. Hoy, más mujeres que bordean o pasan los cuarenta años establecen relaciones con hombres bastante menores.

Una relación con una diferencia de edad entre 10 y 15 años sí funcionaría a largo plazo, siempre y cuando ambas partes sean conscientes de la diferencia de edad y de experiencia. La cosa cambia si la diferencia de edad es de 40 y 20. Entonces sí resultaría un poco más difícil, más cuando el hombre es el más joven, ya que ellos suelen ser ‘inmediatistas’ y, a edades prematuras, no piensan en el futuro.

Suele ocurrir que cuando la mujer es mayor que su marido quince años o más, muchas veces ella adopta un papel maternal con él. Esto podría hacer fracasar la relación ya que al sentirse como la ‘madre de su pareja’, puede caer en el error del control maternal o la sobreprotección con su esposo al tratar de indicarle dónde, cómo y con quién puede sociabilizar.

Finalmente, como todo, el buen sexo entre dos personas que se llevan una considerable cantidad de años, requiere mantener el equilibro entre dar y recibir. Al estar con alguien más joven se puede producir un cierto ‘rejuvenecimiento’. Si el aspecto sexual es complementado positivamente con otras áreas de la relación, como la comunicación y los objetivos en común, la pareja tendrá éxito.