Donald John Trump será ungido como el cuadragésimo quinto Presidente de Estados Unidos el próximo viernes 20 de enero, marcando así el comienzo de sus cuatro años de gestión presidencial, acompañado de Mike Pence como vicepresidente.

Se espera que durante la investidura presidencial, Trump juramente y dirija su primer ‘Discurso a la Nación’, seguido por oraciones y presentaciones de artistas reconocidos, como es costumbre. Sin embargo, el protocolo no será respetado como lo conocemos. El magnate impondrá su singular estilo como cambios que rompen una tradición de varias décadas.

El primer cambio será muy significativo: Charles Brotman, la voz encargada de anunciar el desfile de inauguración de cada nuevo presidente desde Dwight D. Eisenhower en 1957, será reemplazado por Steve Ray, locutor independiente que ha trabajado con las Ligas Mayores de béisbol y en estaciones de radio locales.

Asimismo, el espectáculo artístico sería reducido o nulo, debido a que varios cantantes y reconocidos artistas han rechazado la invitación para presentarse en la ceremonia del Republicano.

Jeremi Suri, catedrático de historia de la Universidad de Texas en Austin (UT) y experto en temas públicos e internacionales cree que, a diferencia de la juramentación de Barack Obama, la ceremonia del 20 de enero será austera: “Creo que será un acto de juramentación tradicional, pero no el ‘Discurso a la Nación’, donde hablará acerca del ‘sueño americano’ y de su objetivo de convertir a este país en una gran Nación, aunque sin incluir a todos, por ejemplo, a los inmigrantes”.

Los expertos advierten que serán muchos los cambios y las diferencias entre la administración de Donald Trump y la de otros presidentes republicanos. Suri dice al respecto: “Mencionaré sólo tres aspectos en los que será muy diferente. En primer lugar, creo que pondrá mucha restricción al comercio con el extranjero; tratara de implementar un mayor número de leyes para la protección de trabajos domésticos, aunque no necesariamente logrará todo lo propuesto, pero lo intentará. La segunda diferencia será en la política exterior. Nadie espera que sigan las alianzas tradicionales con países del extranjero sino que desarrollará una relación personal, tal es el caso de Vladimir Putin. Y por último creo que invertirá mucho dinero en infraestructura, en carreteras y aeropuertos; pero también creo que habrá mucha corrupción en la manera de invertir ese dinero”.

• Donald Trump empezará su gestión con 41% de aprobación. Considerando que Barack Obama, tras ocho años, tiene una aprobación que oscila entre 50% y 54%, no la tendrá fácil.

• Trump tendrá muchas más dificultades de las que él se imagina. No solo el pueblo está dividido, también los miembros de su partido, incluyendo a los legisladores del Congreso de la Unión. Trump no conoce los problemas políticos, ha prometido mucho pero dudo que tenga la capacidad de cumplir sus propuestas.

• A pesar de que continuamente ha cambiado su discurso de campaña con respecto a diversos temas referentes al país, en materia de inmigración Donald Trump ha sido muy firme.

• Creo que Trump seguirá con la misma retórica sobre las restricciones hacia los inmigrantes. No creo que construya un muro de la magnitud del que prometió, pero hará más difícil que los mexicanos crucen la frontera; además, hará todo lo posible por deportar a un gran número de inmigrantes indocumentados. Trump seguirá haciendo declaraciones hasta cierto punto racistas y continuará señalando a los inmigrantes como criminales y terroristas, más que cualquier otro presidente que hayamos tenido en la era moderna.

Finalmente, el experto en historia y política de la UT, comparte una recomendación con todos los ciudadanos de este país: “Durante el próximo gobierno debemos mantenernos alertas, vigilantes, haciendo respetar nuestros derechos y luchando porque prevalezca la democracia para evitar que el próximo Presidente cometa abuso de poder y no termine gobernando para sus propios intereses”.