Ricardo Rosselló, nuevo gobernador del territorio estadounidense de Puerto Rico anunció que buscará que Washington admita a la isla como el estado número 51 de la Unión.

Para lograrlo, Rosselló asegura que el camino a seguir es el llamado ‘Plan Tennessee’: una estrategia de presión como la que empleó el estado del mismo nombre a finales del siglo XVIII para lograr que Estados Unidos le dejara entrar a la federación, aún cuando Washington no estaba muy convencido de ello.

El plan contempla nombrar a representantes que irán al Congreso de la Unión a defender la aspiración de Puerto Rico de integrarse definitivamente a esta nación. Eventualmente, a través de un referéndum, los puertorriqueños expresarán de una vez y por todas si quieren ser parte de este país.

En el Partido Republicano algunos temen que admitir a Puerto Rico sería otorgarle una ventaja al Partido Demócrata, ya que los puertorriqueños que viven en el territorio continental estadounidense tienden a votar demócrata.

Y si la isla se convirtiese en estado, automáticamente tendría derecho a dos senadores federales, que podrían desequilibrar la reñida competencia que se da en la legislatura de Washington entre los dos partidos principales de este país. AGENCIAS