El plan es acabar con los indocumentados de habla hispana
Gobierno Federal pasó de las palabras a los hechos. Los arrestos de indocumentados con antecedentes criminales o no podrían darse durante todo el año si Trump lo dispone
Angela M. Angulo | 2/16/2017, midnight
El temor a las actividades de las autoridades migratorias ha regresado. Deportar a tres millones de indocumentados con antecedentes penales fue la promesa del presidente Trump antes de asumir el cargo en enero pasado. Cumplir con el ofrecimiento se convirtió en una pesadilla real para la población hispana del Centro de Texas.
Lo que en Austin comenzó como un rumor fue confirmado por El Mundo Newspaper con la publicación (en nuestra página de Facebook) de un video en el que se puede apreciar el momento preciso de un arresto a manos de agentes del ICE. Una operación nacional de cinco días resultó en el arresto de centenares de indocumentados en, al menos, seis estados de todo el país. Las capturas se realizaron en residencias y en lugares de trabajo, o en sus inmediaciones.
La Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) negó que se hayan instalado controles carreteros (‘check points’) en las urbes intervenidas ni que se hayan realizado redadas. Lo que sí confirmó el Departamento de Seguridad Nacional es que en estos operativos fueron detenidos, mayormente, individuos con órdenes de deportación y/o antecedentes criminales, aunque también cayeron varias decenas de hombres y mujeres sin record criminal. Oficialmente, fueron arrestadas 680 personas.
Los recientes operativos del ICE no son novedad ni han sido una acción sorpresiva.
La Administración Obama realizó al menos seis operaciones ‘Cross Check’ en sus ocho años de gestión. Una de ellas, que duró cinco días en marzo del 2015, culminó con el arresto de más de dos mil indocumentados considerados ‘amenazas al orden público’.
EL DATO
En el Centro de Texas viven aproximadamente cien mil indocumentados. Sus edades fluctúan entre los 25 y 44 años. La mayoría está aquí desde hace más de ocho años.
En la Administración Bush también se realizaron operativos de este tipo, siendo uno del año 2006 el que más detenidos registró: dos mil indocumentados ‘peligrosos’ en cinco días.
Menos de setecientos detenidos en cinco días de operativo podría representar dos cosas: que la cantidad de indocumentados peligrosos ha disminuido notoriamente en todo el país o que la Administración Trump podría continuar con estos operativos en otros meses del año.
Las imágenes de agentes del ICE interviniendo a ‘personas de interés’ en la calle ha causado un gran impacto en la población general, ya sea que apruebe o desapruebe las actividades federales. El miedo, infundado o no, se instaló en la comunidad indocumentada del Centro de Texas. Muchos padres y madres de hijos e hijas estadounidenses temen ser arrestados y deportados en acciones tan cotidianas como conducir su coche o si tienen la mala suerte de encontrarse con agentes del ICE en la vía pública.
El ambiente político y social del país, enrarecido ahora como consecuencia de las declaraciones y acciones de Donald Trump, favorecen nuevos operativos del ICE. El populismo del presidente, muy concentrado y preocupado por sus niveles de aprobación entre la población blanca y conservadora, son el sustento de esa amenaza latente. Recordemos también que Jeff Sessions juró a su cargo como Fiscal General del país con la promesa de combatir el auge del crimen provocado por la ilegalidad migratoria, asegurando que actuar contra quienes llegan al país sin documentos no es ni inmoral ni indecente. Más claro ni el agua.
Así las cosas, las probabilidades de atestiguar arrestos específicos o masivos son muchas, y aumentarán si el Capitolio de Texas aprueba el proyecto de ley SB4 que obligaría a las fuerzas policiales locales a preguntar por el estatus legal de cualquier persona. De ser promulgada, además, seríamos testigos del fin de Austin como ‘ciudad santuario’. El calvario apenas comienza.