Las autoridades mexicanas encargadas de su custodia desde el 20 de julio pasado desconocían la peligrosidad de Raúl Flores Hernández, alias ‘El Tío’, el capo vinculado al futbolista Rafael Márquez.

Flores Hernández, identificado por el gobierno estadounidense como un importante narcotraficante, del nivel de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, fue detenido el pasado 20 de julio en Zapopan (Jalisco). Posteriormente fue trasladado al Reclusorio Sur de la Ciudad de México por orden de un juez.

“No sabíamos su nivel de peligrosidad, el sistema penitenciario no tenía esta información Lo único que sabíamos es que era una persona con orden de detención con fines de extradición”, explicó Patricia Mercado, secretaria de gobierno de la Ciudad de México, quien alegó que con el nuevo sistema de justicia penal no podían tener a ‘El Tío’ en una zona de máxima seguridad. No fue hasta que estalló el escándalo como consecuencia de las diversas acusaciones del Departamento del Tesoro estadounidense que este narcotraficante cobró relevancia.

Tras enterarse de la importancia del personaje, las autoridades de la capital trasladaron a Flores Hernández al Centro Federal de Readaptación Social Nº 1, la misma prisión de máxima seguridad donde ‘El Chapo’ Guzmán estuvo recluido hasta protagonizar una fuga de película a través de un túnel (en julio del 2015) y a la que regresó unos meses después tras su recaptura en enero del 2016.