La mayoría de los 800,000 jóvenes que entraron a Estados Unidos siendo niños y que están protegidos por el DACA, viven preocupados por la incertidumbre que rodea a ese beneficio migratorio desde que Donald Trump asumió la presidencia de este país.

Aunque al inicio de su gestión Trump anunció que no tocará ese programa, la amenaza sobre su posible eliminación resurgió en junio pasado: Una coalición de diez Estados de la Unión, liderados por Texas, amenazó con retomar una demanda para echar abajo el programa DACA. La advertencia fue muy clara: Le dan a la Administración Trump hasta el 5 de septiembre para deshacerse de ese beneficio migratorio. No más renovaciones ni nuevos permisos, es el pedido inmediato de los votantes de Donald Trump.

Si el Gobierno Federal no elimina el DACA, la coalición de Estados reavivará una demanda ya existente contra ese programa migratorio, que está pendiente de resolución en la Corte de Distrito del Sur de Texas. Las probabilidades de que ganen son muy altas.