La Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) anunció el arresto de 650 inmigrantes indocumentados durante la segunda fase del operativo nacional ‘Guardián Fronterizo/Guardián Determinado’ que inició el año pasado (2016). Muchos de los detenidos son menores de edad que viajaban solos, y también padres con sus hijos que ingresaron a este país en 2014, durante la segunda oleada migratoria provocada por la situación de inseguridad en El Salvador, Honduras y Guatemala. Más de dos terceras partes de los detenidos durante el operativo de cuatro días fueron inmigrantes que fueron encontrados en el curso del mismo.

De acuerdo con el ICE, de la totalidad de los detenidos, 130 contaban con antecedentes penales derivados de delitos como infracciones como manejar bajo la influencia de drogas, violencia doméstica, posesión de drogas y asalto sexual, entre otros. La dependencia federal aseguró que todos los detenidos tenían órdenes finales de deportación, y que algunos de los jóvenes detenidos tenían nexos con pandillas.

El director interino de ICE, Thomas Homan, advirtió que las autoridades migratorias no tendrán consideraciones especiales con estos menores ni con sus familias: “Quien decida ingresar a Estados Unidos sin documentos será identificado, aprehendido y devuelto a su país de origen”.