Tras un acalorado, intenso y emotivo debate, la mayoría Republicana en la Cámara de Representantes de Texas aprobó hoy, 27 de abril, una estricta norma que prohíbe las ‘ciudades santuario’. El proyecto de ley, que sólo necesitaba la firma del Gobernador Greg Abbott para ser promulgada, le da mayor poder a la policía para imponer las normas federales sobre inmigración a cualquier detenido, y sancionará a los jefes policiales y comisarios que se nieguen a hacerlo.

Convertida en ley, la SB4 permitirá al estado retener los fondos a los gobiernos locales que actúen como ‘ciudades santuario’, aunque los esfuerzos de Donald Trump para hacer lo mismo a nivel nacional se toparon con obstáculos judiciales.

Otros estados controlados por republicanos presentaron políticas similares en los últimos años, pero Texas será el primero donde los jefes policiales y otros funcionarios podrían enfrentar cargos por ‘falta al deber’ y ser despedidos por no ayudar a aplicar la ley migratoria (que es tarea federal). Además, cualquier entidad local que incumpla la ley podría estar sujeta a una penalidad civil de 1,500 dólares por una primera infracción y de 25,000 por cualquier reincidencia.