Cada cierto tiempo celebramos reuniones con amigos y en éstas ingerir licor es un complemento de la charla. El problema se presenta cuando exageramos y consumimos más alcohol del que deberíamos, ya que sentimos las consecuencias al día siguiente, con una pesada resaca.

El alcohol tiene una efecto diurético que pone en riesgo de deshidratación y pérdida de electrolitos al organismo generando mareos, dolor de cabeza, nauseas y vómitos en la resaca. Para evitarla, recuerde poner en práctica esto en su próxima reunión: la hidratación es el secreto para no padecer ese dolor de cabeza insoportable. El consumo de agua debe ser antes, durante y después de la reunión o fiesta en la que se esté. Al día siguiente de haber bebido, bébase un batido de papaya o un vaso grande de jugo natural de naranja y evite comer algo pesado o picoso, ya que eso perjudicará su digestión.