Las autoridades de Jalisco destaparon una red de extorsión telefónica en el penal de Puente Grande que elegía como víctimas a residentes en Estados Unidos. En un operativo realizado el 5 de abril pasado, los agentes de seguridad pública descubrieron varias libretas y cuadernos, así como memorias telefónicas, con las que se pudo concluir que hay un grupo de reos que se dedican a la extorsión.

Con siete teléfonos celulares y 18 tarjetas SIM, los delincuentes llamaban, fundamentalmente, a números telefónicos de Austin, Houston, Dallas y San Antonio en Texas; también a Los Ángeles (California), Miami (Florida), Chicago (Illinois) y a residentes de Oregon, Georgia y Tennessee.

Los presos tenían una serie de guiones traducidos para saber qué decir a sus víctimas, y se hacían pasar por familiares, por defensores de derechos humanos o por abogados que les llamaban desde supuestos aeropuertos porque había surgido algún problema con alguien de su familia y urgía que les enviaran dinero.

En todos los casos se solicitaba a la víctima miles de dólares con el argumento de que habían sido secuestrados o porque estaban detenidos y las autoridades les pedían cierta cantidad para ponerles en libertad.De acuerdo con la estimación de las autoridades mexicanas, los presos habrían conseguido sumar con sus actividades un total de 7,000 dólares, depositados en diversas cuentas bancarias.