La semana pasada, el comité judicial del parlamento de Connecticut aprobó un controvertido proyecto de ley. Si éste es aprobado, esa entidad se convertiría en la primera en permitir a los policías usar drones capaces de matar civiles para finales del 2017.

El proyecto de ley propone prohibir el uso de drones armados para todos, excepto para la policía, que podría usarlos equipados con armas de gas lacrimógeno, lanzallamas, explosivos y armas mortíferas a distancia. Los promotores de esta iniciativa indicaron que los drones letales serían usados en casos extremos, como secuestros o para detener al autor de un tiroteo.

Si la norma es ratificada, entraría en vigor en octubre, aunque la policía solamente sabría el tipo de armas a usar a partir de enero del próximo año. Ya hay un antecedente de este tipo en el país: en el 2015, Dakota del Norte permitió a sus fuerzas del orden usar vehículos aéreos con armas no letales (spray de gas pimienta, tasers o balas de goma). YC