Pese a las continuas recomendaciones de autoridades y especialistas, es común observar automovilistas con teléfono móvil en mano, ya sea enviando mensajes de texto, hablando, revisando el correo electrónico, las redes sociales y hasta tomándose ‘selfies’ mientras conducen o se encuentran en un ‘alto’ en medio del tráfico. Esas distracciones podrían ocasionar accidentes que muchas veces terminan siendo fatales, cobrando la vida de miles de conductores en todo el país.

El pasado 4 de abril, la compañía de seguros Allstate lanzó a nivel nacional un programa que tiene el objetivo de educar a la comunidad sobre los riesgos de la conducción distraída. A través de un vehículo simulador, la compañía demuestra los peligros de manejar con un teléfono móvil en mano. La primera parada fue la Universidad de Texas en Austin.

“Los alumnos de UT tuvieron la oportunidad de manejar el simulador ‘Reality Rides’, un vehículo estacionario con una pantalla de realidad virtual que se extiende por todo el parabrisas en la que se proyectan distintos escenarios animados que los automovilistas enfrentan a menudo mientras conducen y envían mensajes de texto, responden llamadas telefónicas o utilizan tecnologías como el GPS”, explica a El Mundo Newspaper Roberto De León, gerente de comunicaciones de Allstate en Texas y agrega: “Estaremos llevando el vehículo simulador a otras ciudades de Texas como Dallas, Houston y San Antonio. En total visitaremos cincuenta ciudades en todo el país”.

Texas, junto con Arizona, Montana y Missouri, son los únicos cuatro Estados de la Unión que no cuentan con leyes estatales que prohíban enviar mensajes de texto o llamadas telefónicas mientras se conduce un vehículo.

Recientemente, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley en ese sentido, y ahora le toca al Senado debatir su implementación.

“Le pedimos a la comunidad que llamen a sus representantes en el Senado para pedirles que aprueben una ley sobre seguridad y protección de los conductores en el estado. Creemos que este año hay una gran posibilidad de que la aprueben; sin embargo, otros años ya han tratado de hacerlo y no lo han logrado, así que necesitamos mayor presión sobre nuestros representantes en el gobierno”, finaliza De León.