La presentación de su cuarto informe supuso el broche para un año de gobierno en que el presidente Enrique Peña Nieto sintió el peso de los ‘asuntos no resueltos’ que provocaron la caída de su popularidad sin perspectivas visibles de mejora.

Durante el cuarto año de su sexenio (2012/2018), el presidente Peña Nieto fue testigo de cómo a su lista de asuntos pendientes se sumaron otros dos temas que han comprometido al gobierno aun más en el terreno de los derechos humanos.

Casos como el de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa o la muerte de 22 personas en Tlatlaya en 2014 han golpeado duramente a la actual administración. Además, suman a la infame lista las supuestas 22 ejecuciones arbitrarias en un operativo de fuerzas federales en Tanhuato (Michoacán) y la muerte de ocho personas en el desalojo de una protesta magisterial en Nochixtlán (Oaxaca). Este último estado, el conflicto con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha empeorado la imagen del gobierno ante la población. Los maestros oaxaqueños, que permanecen en huelga desde mayo de este año, han adoptado una postura inflexible: piden la derogación de la reforma educativa de 2013.

Además de las polémicas que sacudieron al Ejecutivo, a nivel personal el presidente se convirtió en meses recientes en ‘carne de cañón’ en las redes sociales por las denuncias de que plagió su tesis de licenciatura y de que la primera dama usa un departamento en Miami (Florida) que es propiedad de un potencial contratista del actual gobierno.

La tendencia hacia la impopularidad que golpea a Enrique Peña Nieto no tiene perspectivas de revertirse, sobre todo teniendo en cuenta las fuertes críticas que provocó la sorpresiva visita del candidato presidencial republicano Donald Trump, un día antes de la presentación del cuarto informe de gobierno.

La población está harta de que no se resuelven los grandes problemas del país. Uno de estos problemas es la inseguridad, que registró un repunte en los últimos meses: julio quedó como el mes con más homicidios dolosos en el país (1,842) desde el inicio del mandato de Enrique Peña Nieto en 2012. Sin embargo, el informe de EPN atribuyó el aumento de la criminalidad fundamentalmente a las autoridades locales. También señaló que en 2015 los delitos de mayor impacto registraron niveles inferiores a los alcanzados en el último año de la administración anterior, encabezada por Felipe Calderón (2006/2012). AGENCIAS