Según el informe de compradores internacionales de vivienda, publicado recientemente por la Asociación de Agentes de Bienes Raíces de Texas, la venta de casas en el estado, por parte de nuevos inmigrantes, contribuyó con más de 10 mil millones de dólares a la economía de Texas entre los meses de abril del 2015 y marzo del 2016.

Del total de compradores, el 36% provenía de Latinoamérica y México; mientras que 34% llegó de Asia (especialmente China e India) y Oceanía; 12% de países europeos; 8% de compradores africanos y 4% de Canadá.

“Debido a la economía estable y al mercado laboral, Texas está recibiendo a muchos residentes extranjeros. Hay varias compañías que están solicitando empleados de todas partes del mundo mientras que otros están invirtiendo en propiedades y casas vacacionales”, declara para El Mundo Newspaper Judith Bundschuh, agente de bienes raíces de la compañía Catalyst Realty.

“Los compradores extranjeros necesitan contar con una visa de trabajo o de inversionista para poder obtener un préstamo de algún banco; además, deben tener permiso para vivir en el país por cierto tiempo. El proceso (de compra) es el mismo que para cualquier ciudadano o residente legal”, señala Bundschuh.

Según la experta en bienes raíces, las compañías de tecnología ubicadas al norte de la ciudad capital son las causantes de la llegada de nuevos empleados internacionales a Austin y sus alrededores. “Particularmente, la mayoría de mis clientes extranjeros buscan casas en el norte de Austin, en Round Rock, Cedar Park y parte de Pflugerville. Entre los requisitos que deben tener las viviendas, mis clientes piden aquellas que estén ubicadas a treinta minutos de sus centros laborales y en zonas escolares de prestigio”, comenta Bundschuh.

A pesar del ‘boom’ que representan los compradores extranjeros, Bundschuh asegura que se requiere de una constante preparación para asesorar adecuadamente y cumplir las expectativas de esos clientes. “Como parte de la preparación tomamos clases que nos ayudan a entender mejor las diferencias culturales y nos enseñan a negociar según las diferentes nacionalidades.

Eso nos ayuda a comprender más las necesidades de nuestros clientes. Los clientes extranjeros nos brindan una gran oportunidad para hacer todo lo que está a nuestro alcance para ayudar a que sean futuros residentes de nuestra comunidad y para que esa transición sea lo más sencilla posible”, dice Bundschuh.

La demanda de viviendas sigue en aumento y con ello el precio de los inmuebles se eleva, volviéndose casi imposible adquirir una propiedad para muchos compradores extranjeros y locales.

“Por lo general, el mercado de vivienda en Austin consistía en un ciclo de siete años, en el que los precios de las casas iban en aumento hasta llegar a un punto en que empezaban a bajar un poco y de nuevo el ciclo volvía a comenzar. Sin embargo, ya hemos durado con los precios actuales por encima de lo normal debido a que en Texas las leyes de compra de casas son muy conservadoras en comparación con Arizona, California y Florida. Aquí no hemos sufrido una crisis de vivienda considerable todavía, y no creo que pase. Tarde o temprano, vamos a ver que los precios de los inmuebles volverán a bajar y a ser accesibles para los compradores”, concluye Bundschuh.