Diferencias entre las redes
Cuando te conectas a Internet desde el ‘smartphone’ no siempre lo haces desde la misma red
10/20/2016, midnight
Tener Internet en el teléfono móvil se ha convertido en una necesidad imperiosa. Ya no nos basta con navegar por la red: queremos hacer videollamadas y ver transmisiones en vivo a la mayor velocidad posible.
Los primeros teléfonos móviles tan solo servían para hacer llamadas y enviar mensajes de texto. Eran los analógicos de la primera generación (1G), que vieron el mundo en la década de los ochentas.
Diez años después llegarían los 2G, los cuales harían posible el gran salto a Internet: la llamada telefonía digital. Sin embargo, los usuarios demandaban velocidades cada vez mayores. Y en la búsqueda de la conexión ultrarrápida nació la telefonía móvil 4G.
Pero, ¿en qué se diferencia la 4G de la 3G? ¿Y del GPRS? ¿Y qué significan las letras E y H que aparecen a veces en la pantalla de tu teléfono móvil?
GSM son las siglas de Global System for Mobile communications (sistema global para las comunicaciones móviles), y es un tipo de red que se utiliza para la transmisión móvil de voz y datos. Es la tecnología móvil digital más utilizada en el mundo y está disponible en una gran variedad de teléfonos (según los datos oficiales de la Asociación GSM, en un 82% de las terminales mundiales). Pero su ancho de banda es lento y a veces puede causar interferencias electrónicas.
GPRS significa General Packet Radio Service (servicio general de paquetes vía radio) y es una extensión mejorada del GSM. Permite la mensajería instantánea, los servicios de mensajes cortos (SMS), los multimedia (MMS), y los correos electrónicos. Además, proporciona una cobertura inalámbrica completa y velocidades de transferencia de entre 56 a 114 kbps (kilobits por segundo). Por ejemplo, nos permite enviar 30 SMS por minuto, mientras que con GSM podemos mandar entre 6 y 10. Pero no es la más veloz.
Cuando en la pantalla de tu teléfono móvil aparece la letra E, significa que tu terminal está conectada al servicio EDGE o EGPRS, un GPRS mejorado. Esto permite alcanzar velocidades de hasta 384 kbps y recibir datos móviles pesados, como grandes archivos adjuntos de correo electrónico o navegar por páginas Web complejas a gran velocidad. La tecnología EDGE actúa como puente entre las redes 2G y 3G, y puede funcionar en cualquier red con GPRS que haya sido actualizada a través de la activación de un software opcional.
Si no puedes conectarte a 3G, podrás hacerlo a esta red y así navegar a más velocidad. Significa, por lo tanto, que cuando tu teléfono móvil se conecta a esta red es porque no tiene acceso a 3G o 4G. Pero, en cualquier caso, la conexión es mucho más rápida que la GPRS.
La 3G tenía como objetivo facilitar la transferencia de archivos multimedia, la conectividad permanente inalámbrica y una velocidad hasta siete veces más rápida que la conexión telefónica estándar. Ofrece también más estabilidad y seguridad para el usuario que la 2G, la cual utilizaba transmisión GSM. Es más sofisticada que la tecnología EDGE y supone una mejora frente a esta. Puede cargar una Web compleja en 10 segundos, duplicando o incluso triplicando la velocidad de EDGE.
Con la llegada del 3G la velocidad de transmisión dio un gran salto, llegando a alcanzar velocidades de hasta 2 mbps (megabits por segundo).
Cuando en nuestras pantallas aparece una H, significa que estamos conectados a una red HSDPA o High Speed Downlink Packet Access (acceso ascendente de paquetes a alta velocidad). Este tipo de conexión también se conoce como 3,5G, 3G+ o Turbo3G, y puede llegar a alcanzar velocidades de 14 mbps en condiciones óptimas. Es, en definitiva, una optimización de la tecnología UMTS que utiliza la 3G y una evolución de esta, sin llegar a alcanzar la de mayor velocidad hasta el momento, que sería la 4G.
La tecnología 4G, también llamada LET, es la más veloz desarrollada hasta la fecha. Pero todavía no es una realidad global y no todos los terminales ni todas las tarjetas SIM son compatibles con ella.
Según la Unión Internacional de Comunicaciones (UIC), para que una tecnología pueda etiquetarse como 4G las velocidades máximas de transmisión de datos deben situarse en 100 megabits en movimiento y 1 gigabit en reposo. La conexión 4G está basada en la convergencia de redes y cables inalámbricos. Las conexiones 4G mantienen una calidad de servicio de alta seguridad que permite ofrecer servicios de cualquier clase en cualquier momento, en cualquier lugar, con el mínimo coste posible. Este tipo de conexión equivale a la del ADSL de una línea fija en un hogar. Y es entre cinco y diez veces más rápida que la 3G, haciendo más difícil que se te ‘congele’ la conexión a Internet.
Finalmente, la red 5G es el futuro, pero empresas como Samsung y otros gigantes tecnológicos ya están desarrollándola. Se espera que alcance velocidades de hasta 1 gigabit por segundo. Y eso la haría cien veces más rápida que la 4G. Si esto se hace realidad, podremos descargar películas en nuestra computadora en tan solo un segundo. Para comprobarlo tendremos que esperar hasta el 2020. AGENCIAS