Como consecuencia de accidentes que involucran armas de fuego, en los primeros seis meses de este año han muerto un promedio de un niño por día, bastante más de lo que señalan las estadísticas del Gobierno Federal.

Tener armas en casa es un riesgo mortal real si no se toma las medidas necesarias para su cuidado. Niños curiosos encuentran armas cargadas, sin seguro, en sus casas o en el vehículo y las disparan accidentalmente, hiriéndose ellos mismos o a otros. Muchos adolescentes, generalmente mostrando las armas a sus amigos o hermanos, terminan disparándolas.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) anunciaron que en el 2014, el último año para el cual hay cifras, murieron 74 menores tras recibir un disparo accidental. Sin embargo, un estudio de dos grandes medios de prensa del país comprobó que ese año murieron 113 menores.

Si bien los disparos accidentales constituyen un porcentaje menor de las muertes provocadas por armas, los sectores que propugnan un control de armas más estricto dicen que esas muertes se pueden evitar mediante leyes más severas que obliguen a las personas a guardar sus armas en sitios seguros y descargadas.

Los propulsores de controles de armas más estrictos piden al Gobierno Federal que estudie más a fondo este tema, para que haya más concientización del público y leyes más rigurosas. En Texas, hay quienes piden una ley que haga más fácil el enjuiciamiento de personas que no toman las medidas necesarias para que los menores no tengan acceso a sus armas. AGENCIAS