Rompió su silencio
La ‘Reina del Pacífico’ habló de todo en su primera entrevista televisiva
5/26/2016, midnight
Sandra Ávila Beltrán ha pasado los últimos siete años de prisión por lavado de dinero, incluyendo dos años en régimen de aislamiento. Ahora libre, ofreció una reveladora entrevista exclusiva al diario inglés ‘The Guardian’ (que se puede encontrar en su página Web), en la que atacó a la corrupción de políticos mexicanos, se burló de la prohibición de las drogas y celebró la fuga de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
EL DATO
Le llaman ‘La Reina del Pacífico’ en honor a su supuesta destreza para organizar una flota de atuneros cargados con diez toneladas de cocaína cada uno a medida que navega hacia el norte desde la costa del Pacífico de México hacia el primer mercado mundial de cocaína: Estados Unidos.
Su ascenso de tres décadas al poder le ha proporcionado una visión de primera fila de aviones privados, operaciones de cirugía plástica clandestinos para disfrazar la identidad, tiroteos asesinos en las fiestas VIP y enormes sobornos a funcionarios públicos mexicanos.
Entre sus confesiones más controvertidas destacan el que supo de un soborno de 100 millones de dólares para un presidente mexicano cuyo nombre no reveló. También dice que la administración Peña Nieto dio facilidades para la segunda fuga de ‘El Chapo’ y que se arrepiente de haber hecho negocios con los ‘narcos’ colombianos.
Ávila se negó a responder a ciertas preguntas sobre su papel exacto en el tráfico de cocaína, olvidando con timidez el número exacto de guardaespaldas y la descripción de los pagos extremadamente grandes (y en efectivo) realizados a ella como ‘regalos’. Y a pesar del horrendo derramamiento de sangre y de las 100 mil muertes registradas en todo el territorio mexicano durante la última década, no siente culpa alguna: se niega a calificar de ‘malo’ la violencia que representa el narcotráfico en México, comparándolo con la era de la prohibición en Estados Unidos.
Su relación con el mundo de la cocaína por ahora parece ser la de una privilegiada que no está ‘jugando-el-juego’. Ávila Beltrán está orgullosa de mantener todos sus viejos contactos y relaciones, pero, a los 56 años, parece más interesada en la recuperación de la década perdida con su hijo, que está por cumplir treinta años. AGENCIAS