Desde galones de plástico vacíos, llantas, colchones y muebles destrozados hasta bolsas de basura, ropa y juguetes en desuso, son los objetos abandonados que cubren los caminos de “La Loma”, un espacio que durante medio siglo fue un área verde inmaculada, propicio para practicar el ‘trekking’ y la escalada, con una vista impresionante del imponente crepúsculo que adorna esa parte del Este de la ciudad, es ahora un deleznable basurero urbano que afecta el hábitat natural, la vegetación y la fauna oriunda y también a los residentes del área.

“Muchos de los galones contienen aceite y químicos que están entrando al agua y pueden afectar a las personas que nadan en el lago y a los animales que viven en él o en sus alrededores”, comenta Pete Cortez Rivera, miembro del comité ejecutivo del Sierra Club.

El parque “La Loma”, conocido así por los vecinos del área, está ubicado en el East Boggy Creek Greenbelt a un costado de la Ed Burleisten Blvd., cerca de las vías del tren. Según Pete Cortez, quien radica en el área desde pequeño, cada año se junta más basura en los caminos de “La Loma” y las autoridades del Austin Parks and Recreation no hacen nada para evitarlo, ya que no existen acciones de prevención ni la respectiva limpieza que corresponde a un área natural. El parque, alguna vez un área verde viva, hoy se encuentra desolado y abandonado, escenario perfecto para vandalismos y para actividades criminales.

Acción vecinal

Debido a la inacción de las autoridades, varios residentes del área y organizaciones comunitarias que promueven la protección ambiental, como el Sierra Club, han asumido la tarea de unir fuerzas para exigir el apoyo de la comunidad y de la Ciudad, con el objetivo de restaurar y devolverle a “La Loma” el resplandor que alguna vez lució.

“Lo que nosotros pedimos a la Ciudad es que esta área deje de ser considerada una cuenca (watershed) y se convierta en reserva natural, para así poder exigir una limpieza apropiada”, dice Pete Cortez.

Pero la basura en “La Loma” no es el único dilema al que se enfrentan los residentes que viven en las inmediaciones del Boggy Creek, y es que las vías del tren que se pueden apreciar desde “La Loma”, o al pasar por la Ed Burleisten Blvd. Los rieles atraviesan peligrosamente la Ortega Elementary School y Eastside Memorial High School.

De acuerdo con Pete Cortez, debido a que los autobuses escolares no pasan por todos los vecindarios del área, hay varios pequeños y jóvenes adultos que se ven en la necesidad de atravesar las vías del tren diariamente para asistir a su escuela, arriesgándose a que el tren pase y sufran de un percance.

Peligro real

“Me ha tocado ver a los niños cruzando y éste ha sido un problema continuo. Construyeron un lindo sendero que pasa por nuestro barrio, pero no nos conecta con los barrios que están del otro lado de las vías, así que no lo podemos usar como una conexión peatonal”, comenta Cory Skuldt (36), quien reside en el área de Webbervile desde hace cinco años. Así como Cory, varios residentes de los alrededores del East Boggy Creek se sienten indignados por como la Ciudad ha descuidado lo que podría ser una atractiva reserva ecológica llena de flora y fauna.

Finalmente, Pete Cortez no descarta la posibilidad de que la desidia de las autoridades respondan a un tipo de discriminación hacia el Este de Austin, ya que preservar un área natural tan conocida como “La Loma” debería ser una prioridad de las autoridades. Esto apenas empieza y los vecinos harán todo lo que puedan para que la zona ecológica en la que crecieron sea protegida y cuidada como corresponde. “Nuestro deber como residentes del Este de Austin es preservar áreas que son icónicas para Austin”, sentencia Pete en conversación exclusiva con El Mundo Newspaper.