“En el fútbol hay que tener miedo. El miedo te da coraje. Es estar listo para pelear y matar. Futbolísticamente hablando, claro”. La frase es de Diego Pablo Simeone González (46) y destaca las características de su juego cuando fue volante de contención y de su propuesta como director técnico. Para quienes lo conocieron desde su desempeño en el banco del Atlético de Madrid, su buen momento puede ser sorprendente; pero para quienes lo conocemos desde su época en Vélez Sarsfield y la selección argentina, sabemos que su éxito es producto del trabajo constante y de un estilo de vida deportiva que no cambió con los años: la obsesión por ganar.

Simeone fue en sus años de jugador uno sanguíneo, férreo en la marca, rudo pero leal, un ‘6’ con salida y gol, de gran despliegue físico y de atemorizante presencia. Hoy, de traje y corbata, el ‘Cholo’ mantiene el grito destemplado, la guapeza, los dientes apretados, la exigencia, la manía por los detalles y la arenga avasalladora.

Cada vez que llega a un nuevo equipo lo primero que Simeone le pregunta a sus jugadores no es qué quieren conseguir o hacia adónde desean llegar, sino a qué signo pertenecen. “Le doy mucha importancia al horóscopo. A mí me tocó Tauro. Complicado. Aunque soy tranquilo, si me querés sacar algo, sacame el corazón, pero hablame bien. Forzado soy el peor”.

Con el ‘Cholo’ en el banco, el equipo ‘colchonero’ es de temer. No jugarán ‘bonito’ como el ‘Barza’, pero funcionan como equipo. En el Atlético (ya habrá notado el lector) no hay estrellas individuales. El equipo (y su mística) fue creación de Simeone. Y tan bueno es su trabajo como DT del Atlético, que en su país lo quieren para que dirija la selección nacional. Muchos confían en que Simeone le devolverá al equipo esa mística invencible que se ha perdido con el tiempo y cambiará la actitud anodina de varios jugadores (incluido Messi.)

Es importante recordar que al Atlético de Madrid le han arrebatado sus figuras año tras año: primero se marchó el colombiano Radamel Falcao García; luego el español David Villa; después el brasileño-español Diego Costa. Parecía que se quedaba sin un delantero de calidad que le asegure los goles al equipo, pero nunca se desanimó. Por el contrario, ‘fabricó’ al francés Antoine Griezmann y lo hizo estrella. La portería también fue un dolor de cabeza cuando se fue Thibaut Courtois; pero Simeone confío en el esloveno Jan Oblak (23), una revelación el arco del ‘Atleti’.

Diego Simeone llegó al Atlético de Madrid y, literalmente, lo cambió todo. Así llegaron los éxitos. Esa magia hizo que los jugadores lo respalden sin dudar y confíen en él y en lo que dispone. “Le seguiríamos hasta si nos pidiera saltar de un puente”, declaró el portugués Tiago antes de la final de la Champions 2013/2014, en la que cayeron por goleada ante el Real Madrid.

El próximo sábado 28 de mayo Simeone disputará su segunda final de Champions en tres años, nada menos que ante el poderoso Real Madrid, otra vez. ¿Es posible que gane la ‘Orejona’ con el ‘Atleti’? ¿Usted cree en la suerte? Nosotros tampoco. Nosotros creemos en Simeone.