México, uno de los países más golpeados por el narcotráfico en el mundo, varió su política antidrogas cuando el presidente Enrique Peña Nieto envió al Senado federal dos reformas para legalizar la marihuana medicinal y aumentar la cantidad de gramos permitidos para el consumo personal (de 5 a 28). Con esta acción, México cerró un debate nacional convocado por su administración sobre el uso del cannabis, que coleaba desde los últimos meses del 2015.

De aprobarse, esas reformas legales autorizarán los medicamentos elaborados a base de marihuana o de sus activos, y su importación y registro, siempre bajo estrictos controles sanitarios; y supondría el fin del viacrucis de miles de enfermos que mejorarían su calidad de vida con el consumo de derivados del cannabis. También permitirá la investigación clínica de la marihuana. AGENCIAS