La sonrisa es una carta de presentación, pero hoy tenemos muchos hábitos que pueden afectarla al dañar los dientes. El esmalte dental es la única protección real que nuestros dientes tienen ante los ataques externos, principalmente de la placa bacteriana, por lo que mantenerlo es fundamental para que nuestras piezas dentales puedan seguir luciendo en todo su esplendor. A continuación te ofrecemos algunas sugerencias para que cuides tus dientes de la mejor manera.

Cepillarnos los dientes después de comer

Algunos alimentos tienen un alto contenido de ácido como las papas fritas, los jugos cítricos, las bebidas gasificadas y el alcohol. El problema es el esmalte, que debido al ácido empieza a perder calcio dejando al diente más blando y el cepillado empeora la situación. Se recomienda esperar entre 20 y 30 minutos, ya que da tiempo a que el ácido se neutralice y el calcio disuelto en la saliva vuelva a pegarse al esmalte.

El modo de cepillarte los dientes

Lo recomendable es dividir la boca en cuatro partes y limpiar durante medio minuto cada una desde la encía hasta el diente. El orden es como sigue: primero la parte superior izquierda, luego la derecha, después la parte inferior izquierda y finalizar en la derecha. Es importante hacerlo suavemente para no producir abrasiones en el diente o dañar las encías y no olvidarse de la lengua. Cambia tu cepillo cada tres meses.

Nadar en una alberca.

El cloro que mantiene el pH de las albercas puede dañar también los dientes. Pero no hay que alarmarse en exceso ya que esto afecta a las personas que están entre 5 y 6 horas diarias en el agua, y a los que van regularmente a ejercitarse. Si pasas mucho tiempo en la alberca, lo recomendable es cepillarse los dientes con una pasta fluorada y usar un enjuague bucal una vez por semana.

Usar los dientes como herramientas

Cortar hilos, abrir empaques, destapar botellas y frascos son actividades para las que los dientes no han sido hechos. Aunque no hay tanto riesgo de que se fracture un diente sí pueden provocar fisuras que no vemos, y con el mínimo impacto el diente se puede romper.

Masticar cubos de hielo

Comerte los hielos que quedan en tu vaso después de beber puede fracturar los dientes y producir rajaduras. Es peor para las personas que tienen empastes y coronas.

Morderse las uñas

No sólo es un hábito poco higiénico que también le causa daño a tus dedos, sino que es dañino para salud bucal, ya que las bacterias de las uñas pueden causar infecciones locales en la boca y hasta en el aparato digestivo.