Poco son los derechos que tienen las trabajadoras del hogar en Texas ya que su trabajo es invisible al ojo público, convirtiéndolas en víctimas de abuso laboral. “Nosotras, como trabajadoras domésticas, sufrimos de muchas explotaciones y carecemos de derechos, sobre todo las mujeres que trabajan cuidando ancianos o personas discapacitadas, ya que pasan muchas horas no sólo cuidando de ellos, también haciendo limpieza, cocinando, con muy poco descanso y con un sueldo muy bajo”, denuncia Rockie González, directora de la organización Mujeres Inspiradas en Sueños, Metas y Acciones (MISMA) que defiende a las trabajadoras del hogar en Austin.

La organización, junto con estudiantes del departamento de Sociología de la Universidad de Texas (UT), planean hacer una exhaustiva investigación sobre las condiciones laborales a las que están sujetas las trabajadoras domésticas en el área. ‘Es muy difícil comprobar los casos de explotación laboral porque la mayoría de mujeres se encuentran trabajando aisladas, sin que nadie pueda testificar por ellas. El objetivo de esta investigación es conocer si las trabajadoras reciben un salario justo y si su ambiente laboral es digno”, dice González.

Investigación laboral

La investigación comenzará el sábado 25 de junio y durará tres meses. Durante este tiempo, ocho miembros de MISMA esperan contactar a 120 trabajadoras domésticas para que contesten preguntas básicas acerca de su sueldo, de sus horas trabajadas por día y de su conformidad con el empleo, entre otras.

“Les daremos un incentivo económico y les proporcionaremos transporte a las participantes (que lo necesiten) para que se motiven y vengan a nuestras oficinas y nos comenten sobre su situación laboral. Esperamos que éste sea el primer paso para una investigación más profunda en el futuro’, nos dice Marilú Fructuoso, integrante de la organización MISMA y una de las conductoras del proyecto.

También agregó, “integrantes de UT nos prepararon para este proyecto además nos apoyaran en la recopilación de información con el fin de poder realizar una carta de derechos pidiendo al gobierno del estado leyes que amparen a las trabajadoras domesticas como derecho a tener descansos, vacaciones y días de enfermedad”, concluyó Fructuoso.

Marilú Fructuoso asegura haber sido explotada laboralmente cuando llegó a este país hace 10 años: “En mi primer trabajo cuidaba a una señora de la tercera edad todo el día. Hacía la limpieza del hogar, cocinaba, y sólo me daban $20 por día. Yo sufrí el robo de mi salario, la discriminación y la explotación laboral. Por esa razón, ahora busco ayudar a otras mujeres a luchar por sus derechos.