“Sueño con ver a mi hijo lograr el éxito que yo no pude”


Jugador hondureño del Austin Real Cuauhtémoc habla de su momento futbolístico y de sus deseos para el futuro

Marlon Gomez | 6/16/2016, midnight
“Sueño con ver a mi hijo lograr el éxito que yo no pude”

Kelvin Reyes es un hondureño que ha dedicado casi toda su vida al fútbol. Con 30 años, entiende que no tendrá un futuro como jugador profesional, pero eso no le molesta ya que actualmente entrega todo jugando para el Austin Real Cuauhtémoc (ARC), equipo semiprofesional de Austin con el cual acaba de lograr su tercer campeonato consecutivo en la Texas Premier Soccer League (TPSL).

Kelvin es un defensa apasionado y piensa seguir jugando hasta que el cuerpo aguante. Su equipo favorito es el Barcelona y no por casualidad su hijo lleva el nombre del defensa central del club español, Gerard Piqué.

A futuro visualiza la posibilidad de integrar el cuerpo técnico del equipo e incluso piensa retomar los estudios universitarios, aunque más importante es apoyar a su hijo, a quien espera ver lograr el sueño de jugar fútbol profesionalmente. “Gerard tiene una zurda poderosa”, dice orgulloso Kelvin, en entrevista para El Mundo Newspaper.

¿A qué edad descubriste tu pasión por el fútbol?

– Desde que tengo uso de razón. Creo que comencé a jugar a los cuatro años, con mis vecinos en la Aldea Veracruz (municipio El Progreso, en Honduras). Al lado de la escuela de la aldea había una cancha en la que jugaba sin zapatos, porque no había para comprarlos, pero hacía la lucha. A los 10 años ya jugaba con los más grandes.

¿Admirabas entonces a algún jugador?

– Siempre miraba a Samuel Caballero, un defensa de Honduras y quería ser como él.

¿Cuándo comenzaste a jugar profesionalmente?

– A los 15 años me uní al Club Cuba. Fui capitán en tercera división y mi objetivo era pasar a primera.

¿Qué cambió ese plan?

– Mis papás ya vivían aquí (Estados Unidos) y cuando tenía un año en el equipo mi mamá me pidió que viniera porque aquí tendría una mejor calidad de vida.

¿Y no pensaste seguir jugando aquí?

– En mi segundo día en Austin me invitaron a jugar con un equipo amateur para evaluarme. Era un equipo llamado Real España que pertenecía a una liga de Georgetown. Me hicieron parte del equipo pero poco después salió una oportunidad con un equipo de Austin. Éramos cien jugadores tratando de ser parte del equipo local y fui seleccionado entre los 23 que pasaron a conformar la plantilla.

¿Nunca trataste de jugar de forma profesional en Estados Unidos?

– Cuando jugaba en ese equipo, recibimos una visita de los técnicos de los Leones Negros de Jalisco. Ellos me ofrecieron la oportunidad de irme a jugar con ellos a México. Mi entrenador me dijo que aprovechara esa oportunidad, que si la rechazaba cerraría mis puertas, que estas oportunidades sólo se presentan una vez. Pero cuando hablé con mi mamá, me dijo que si algo fallaba no me podría regresar acá, sino que tendría que irme a Honduras de nuevo. Yo estaba muy joven, tenía 19 años, y por miedo dije que no.

Breves

Talento hondureño

Nombre: Kelvin Reyes.

Equipo: Austin Real Cuauhtémoc.

Posición: Defensa lateral.

Equipo favorito: Barcelona

Jugador que admira: Ronaldo y Ronaldinho.

¿Te arrepientes?

– Sé que esa era la oportunidad de lograr mi sueño y la dejé ir, pero no me arrepiento. Aquí conocí a la madre de mi hijo, aquí hice mi vida.

¿Crees que a los 30 años ya no tendrás otra oportunidad?

– No. Ahora los visores están interesados en jóvenes, especialmente menores de 20 años, que son los que tienen futuro. Hoy juego porque me gusta y para ser ejemplo para los jóvenes. Se acabó mi carrera, pero la sigo disfrutando.

¿Cómo te uniste al ARC?

– El equipo con el que jugaba se disolvió, pero el asistente técnico, Cuco Bartolo, fundó el ARC y me invitó al equipo.

¿Nunca pensaste en abandonar las canchas?

– El año pasado me lesioné la rodilla y estuve fuera (de las canchas) por cuatro meses. Por un momento pensé que ya no podría jugar pero me ‘picaban’ los pies por volver y gracias a Dios me sané y pude regresar al equipo. Jugaré hasta que mi cuerpo aguante.

¿Qué sientes cuando estás en la cancha?

– Me siento alegre, me olvido de todo y me concentro en sacar el partido adelante.

¿Crees que es difícil para los futbolistas hispanos triunfar en este país?

– Sí, lo es. Por ejemplo, en el 2011 participamos en un torneo interliga. Los representantes locales dijeron que el ganador pasaría a la final con los gastos pagados. Cuando nosotros clasificamos se retractaron y no nos apoyaron. Cuando llegamos a Denver (Colorado) enfrentamos a los Colorado Rapids, un equipo de jugadores altos y fornidos, al que ganamos y por eso fuimos campeones, aunque nadie se lo esperaba porque nos juzgaron con ideas racistas.

Además de que sientes que hay racismo, ¿Dirías qué hay apoyo para los futbolistas hispanos?

– Hay más puertas abriéndose. Por ejemplo, hay más visorías y oportunidades para los jóvenes, pero todavía hay puertas que se cierran. Recuerdo que cuando buscábamos canchas en muchos lugares nos dijeron que no porque somos un equipo de hispanos.

Tienes un hijo de cinco años, ¿Ya le enseñaste a jugar?

– Sí. Cuando tengo juegos lo llevo y cuando puedo vamos al parque y jugamos. Trae una zurda poderosa.

¿Te gustaría que fuera jugador profesional?

– Si él quiere, me encantaría. Sueño con ver a mi hijo lograr el éxito que yo no pude. Le enseñaría que cuando las oportunidades se presenten no debe desaprovecharlas.

Hoy en día hay varias ligas locales en Austin, ¿Crees que el fútbol está creciendo?

– Por un lado es bueno, pero por el otro se pierde la competencia y los jugadores buenos se dispersan.

¿Hay alguien a quien quieras agradecerle el apoyo?

– Sí: a la mamá de mi hijo. Aunque no estamos juntos, siempre ha estado ahí. Si bien tomamos caminos diferentes, la sigo amando y respetando.

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