El 1 de agosto de 1966, Charles Joseph Whitman, ex Marine y tirador de élite, asesinó a 16 personas desde la azotea de la torre de la Universidad de Austin. El día anterior había matado a su esposa y a su madre. Fue la primera vez que se registraba un incidente de ese tipo en el país. Fue la primera vez que todo el país sintió el estupor (y el terror) de un asesinato masivo.

Desde inicios de año se han reportado más de un centenar de asesinatos masivos en Estados Unidos, siendo el último de ellos el ocurrido en un centro nocturno en Orlando (Florida). Hasta el momento en que escribo estas líneas, la violencia por armas ha dejado 544 muertos en el país. Y en total son 213 los fallecidos en asesinatos masivos en lo que va del año.

Es importante tener presente que en este país una persona no necesita someterse a una revisión de antecedentes si compra armas de vendedores sin licencia, como alguien que las venda en una feria de armas de fuego o en Internet. Las autoridades no saben exactamente cuántas armas se venden de esa manera.

En todo el país, Florida es el estado más violento este 2016. Antes de la horrenda matanza de Orlando, en la que perdieron la vida cincuenta personas y otras cincuenta fueron heridas, el 7 de marzo mataron en esa ciudad a dos personas y diez resultaron heridas. En Tampa, el 6 de febrero, murió una persona y siete recibieron balazos. Otra tragedia que involucra a las armas de fuego y víctimas mortales se dio en Hesston (Kansas) el 25 de febrero, día en el que murieron cuatro personas y catorce resultaron heridas.

El incidente más grave ocurrido hasta la tragedia de Orlando durante este año se produjo el 22 de abril en el Condado Pike (Ohio), donde ocho miembros de una misma familia, incluido un joven de 16 años, murieron tiroteados en lo que pudo ser una ejecución por motivos desconocidos. Seis personas, entre ellas un niño de 8 años, murieron en Kalamazoo (Michigan) el 20 de febrero, la misma cifra de fallecidos que el 27 de enero en Chesapeake (Virginia).

La costa Este registra la mayor cantidad de incidentes con armas de fuego en la que han perdido la vida o han resultado heridas decenas de personas. En la costa Oeste, específicamente en Compton (California), se registró el peor incidente en lo que va del año, dejando un saldo de un muerto y ocho heridos. Sucedió el 6 de marzo.

En Austin, el último incidente fatal se registró el pasado 8 de mayo, día en el que murió una persona y resultaron heridas tres. Antes, el 8 de marzo, se registró en San Antonio la muerte de dos personas y tres resultaron heridos. El 7 de abril, en Edinburg resultó muerta una persona y seis fueron heridos de bala. Houston es una de las ciudades más violentas de Texas. El 14 de febrero se registró un incidente en el que murió una persona y tres resultaron heridas; el 21 del mismo mes, cinco personas fueron heridas de bala; y el 29 de mayo dos personas perdieron la vida y seis fueron baleadas. El 14 de junio, la policía de Amarillo (norte de Texas) evitó una probable masacre al reducir a un individuo que entró armado a un Walmart de esa ciudad.

Con 270 y 310 millones de armas circulando legalmente en el país y miles de armas vendiéndose sin control todos los días, la tragedia nos ronda sin que nuestras autoridades estatales siquiera contemplen alguna medida de prevención.