Criticado por escándalos de corrupción y por la inseguridad que sufren varias zonas del país, además de una débil economía, el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) habría ganado apenas cinco de los doce gobiernos en disputa, según los resultados electorales preliminares al cierre de esta edición, de unos comicios que no se muestran favorables para una próxima candidatura del PRI de cara a las elecciones presidenciales del 2018.

El PRI llegó a los comicios del pasado 5 de junio gobernando nueve de los doce estados en disputa. Resultados preliminares arrojaban que el partido de gobierno perdería estados que históricamente había gobernado como Tamaulipas y Veracruz (que con cerca de ocho millones de habitantes es el tercer estado más poblado del país). El PRI aparecía como ganador en los estados de Sinaloa, Hidalgo, Tlaxcala, Oaxaca y Zacatecas. Sin embargo, no se trató de victorias arrolladoras.

El principal beneficiario sería el conservador Partido Acción Nacional (PAN), que se impuso en los estados fronterizos de Chihuahua y Tamaulipas y los centrales Aguascalientes y Puebla. En inusuales alianzas con el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), el PAN ganó también en Durango, Quintana Roo y Veracruz. Por su parte, el PRD fue el principal perdedor al no ganar por sí solo ningún estado.

El PRI perdió la presidencia en el año 2000 por primera vez en 71 años a manos del PAN, pero la recuperó en 2012. El presidente Enrique Peña Nieto enfrenta bajos niveles de aprobación, una intensa ola de violencia producto del narcotráfico en varias partes del país y lo que algunos ven como la falta de compromiso para combatir la corrupción. AGENCIAS