El rock también emigra


Artista venezolano se abre paso en el difícil mercado musical de Austin

Marlon Gomez | 6/9/2016, midnight
El rock también emigra

Lograr el éxito como músico no es tarea fácil y no es un secreto para nadie. Miles sueñan con estudios de grabación y grandes escenarios pero pocos llegan a cumplirlo. Y si es difícil cantando reguetón o pop, géneros ampliamente comerciales, mucho más complicado es hacer una carrera al ritmo del rock.

Estando apenas en la escuela primaria, Ray Díaz supo que ése era su camino. Un disco de Guns n’ Roses le reveló su vocación y desde entonces quiso aprender a tocar batería; pero por cosas de la vida aprendió a tocar el bajo para ser parte de una banda sin mayor trascendencia llamada E. W., con la que dio sus primeros pasos musicales en su natal Venezuela.

Con tan sólo 19 años fue elegido por la banda Verona, un grupo dedicado al rock en inglés en un pequeño pueblo de su país. El trabajo no fue pequeño: junto a Verona, Ray grabó tres discos, entre ellos ‘Silent Night CDS’, que fue nombrado como uno de los 50 mejores álbumes del 2010 por la revista Rolling Stones Latinoamérica.

Decenas de ciudades de Venezuela y un par de plazas en Estados Unidos, entre ellas Austin, sirvieron para que Verona presentara su propuesta, pero en el mismo 2010 la banda se desintegró debido a que sus integrantes emprendieron diferentes facetas personales.

Para Ray, ese momento significó la gran oportunidad de integrarse a Candy66, una de las bandas de rock más influyentes de Latinoamérica y de las pocas agrupaciones que, desde su formación en 1998, ha logrado que su música suene en las radios. “Era mi banda favorita. En el 2010 me invitaron a colaborar con ellos en algunas grabaciones y presentaciones hasta que me hicieron la invitación formal. No lo podía creer, era como un sueño”, cuenta el músico que actualmente tiene 33 años.

Junto a Candy66, Ray Díaz concretó tres discos y cientos de presentaciones en Venezuela, Curazao, Colombia y Estados Unidos. Pero él no quiere ser conocido por su trabajo con un solo proyecto; al contrario, quiere colaborar con otros artistas y bandas alrededor del mundo. Para Ray, el mayor sueño es ser conocido como bajista, arreglista y productor internacional.

Para alcanzar esa meta, hace menos de un año emprendió un nuevo camino y con su maleta cargada de sueños y acordes, se vino a Austin, donde comenzó una nueva etapa de su carrera sin saber realmente lo que depara esta nueva frontera. Con él conversamos.

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

Siempre quise tener una experiencia internacional porque no pienso en premios o discos vendidos, sino en compartir con otras culturas, otras técnicas, otros procesos, aprendiendo arreglos y composición. Quiero aprender cómo se maneja la industria y el arte de la música.

¿Por qué escogiste Austin?

Porque es una ciudad que está abierta y apoya a la diversidad musical y artística en general.

¿Visitaste esta ciudad antes de mudarte aquí?

En el 2010 Verona participó en el SXSW y vine de nuevo para el festival del 2011, pero como espectador. Ese año compartí con una cantante venezolana que no tenía bajista, así que terminé tocando de nuevo en el festival.

El rock en Venezuela no tiene un gran mercado, pero Candy66 cuenta con buena aceptación, ¿Cómo te sentiste al unirte a la banda?

Yo era su fanático. Candy66 fue la banda del momento a principios de la década de los 2000. Es la banda de rock más importante de Venezuela y eso era ganancia profesional para mi.

EL DATO

Para conocer más de Ray Díaz, visita www.raydiazonbass.c… o síguelo en www.facebook.com/ra….

¿Abandonaste la banda por completo para venirte a Austin?

No. Actualmente trabajamos en la grabación de un nuevo disco y yo haré mis partes desde aquí. Sin embargo, no puedo estar presente para sus presentaciones. Mi futuro con la banda dependerá de mis proyectos aquí y de si Candy66 puede también unirse a mi sueño de internacionalizarnos.

¿Piensas unirte a una banda aquí?

Actualmente estoy formando una banda con otros músicos. El grupo aún no tiene nombre ni vocalista, pero ya estamos trabajando en lo que será nuestro sonido, nuestros temas. A finales del verano ya debemos estar tocando.

¿Una vez más te inclinarás por el rock?

Sí, la propuesta es de rock punk. Hace años estuve con una banda haciendo ‘covers’ de todos los géneros, pero creo que ‘zapatero a tu zapatos’: si eres rockero eso es lo que sonará mejor.

¿Es el único proyecto en el que estás trabajando en estos momentos?

También estoy colaborando con un proyecto de ‘metal’ que se llama High Risk Strategy y que estamos grabando entre Colombia, Venezuela y Rusia. También estoy grabando bajos y colaborando con otros proyectos musicales que no puedo mencionar hasta que comiencen las promociones oficiales.

¿Crees que es más fácil para un rockero alcanzar el éxito en este país?

En países como Venezuela, cuando tocas rock eres uno en un millón, pero el rock aquí no es tan particular. Si el 1% de la población te escucha aquí ya tienes millones de seguidores.

¿Qué te gusta de vivir en Austin?

La tranquilidad. Quienes se quejan del tráfico aquí no han vivido en Caracas (capital de Venezuela). Además, puedes estar tranquilo, salir a la calle sin pensar que en cualquier esquina te robarán el teléfono celular o tu dinero.

¿Cuál ha sido tu mayor obstáculo como artista migrante?

Encontrar bandas y artistas estables para trabajar. También ha sido difícil volver a los escenarios, aún no lo logro, pero ya estamos en ese camino. Además, una de las cosas que me sorprendió cuando audicioné para otras bandas es ver que aquí están pendientes de tu apariencia. Cómo te ves y cómo te vistes es un punto que cuidan mucho las bandas de aquí.

¿Has conseguido apoyo de otros hispanos?

Curiosamente, he sentido que se abren más puertas con músicos no hispanos. Quizás es por el género en el que tengo más experiencia, pero siento que el mercado musical hispano en la ciudad es más cerrado.

Si pudieras grabar con algún artista, ¿Con quién te gustaría trabajar?

Con Dave Grohl, guitarrista y vocalista de Foo Fighters. Lo admiro desde que tocaba la batería en Nirvana y es un ícono.

¿Con qué sueñas?

Ser conocido como un músico internacional. Quiero deshacerme del mito del ‘líder vocalista’ y no estar en las sombras de un grupo en donde solo se conoce al cantante, sino que en el mundo me conozca como bajista y productor musical.

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