Trump no cede
Con la nominación asegurada, el precandidato Republicano sigue culpando a los indocumentados para ganar simpatizantes
6/2/2016, midnight
Cuando se trata del tema migratorio, el discurso de Donald Trump no ha variado desde que presentó su candidatura a la nominación Republicana el 16 de junio del año pasado. Así, ante una multitud que se aglomeró frente al monumento a Abraham Lincoln en el evento Rolling Thunder Run’, celebrado el fin de semana de ‘Memoria Day’ en Washington DC, el precandidato Republicano a la presidencia del país, Donald Trump, aprovechó un homenaje a los soldados caídos para repetir su discurso populista a favor de los veteranos de guerra y en contra de los inmigrantes: “Tenemos que cuidar a nuestros veteranos (…) en muchos casos los inmigrantes ilegales están recibiendo mejores cuidados en este país que los veteranos y eso no va a pasar conmigo”. Asimismo, el magnate aseguró que se encargará de que las Fuerzas Armadas estadounidenses sean “más y más grandes y mejores y más fuertes que nunca antes”.
EL DATO
En su carrera por la candidatura Republicana, Trump eliminó nada menos que a 16 rivales del partido Republicano. Los dos últimos en ‘arrojar la toalla’ fueron el senador Ted Cruz y el gobernador de Ohio, John Kasich, quienes quedaron a un costado del camino a inicios de mayo.
El magnate neoyorquino ya tiene el número necesario de delegados para ser nombrado candidato presidencial del Partido Republicano en julio: 1,238 delegados, uno más de los necesarios 1,237. De este modo, el polémico ex hombre de TV encabezará la candidatura Republicana para arrebatar la Casa Blanca a los Demócratas tras los ocho años de gestión de Barack Obama. Además, Trump cuenta con 1,150 delegados comprometidos por su triunfos en las primarias, a los que se añaden 88 de los no-comprometidos y que han indicado que lo respaldarán en la convención que se realizará entre el 18 y el 21 de julio en Cleveland (Ohio). Aún quedan 303 delegados en juego que se dilucidarán el próximo 7 de junio en las primarias de California, Montana, Nueva Jersey, Nuevo México y Dakota del Sur, y donde se espera que amplíe su ventaja.
Con su promesa electoral estrella (acabar con la inmigración indocumentada), Donald Trump ilusiona a una gran parte de la población del país, sin embargo, la deportación de los once millones de inmigrantes indocumentados tendría dos consecuencias: un muy probable levantamiento civil (siempre que las familias se unan como hizo la comunidad afroamericana) y un colapso económico. AGENCIAS