La ansiedad no es del todo mala, ya que funciona como un mecanismo de defensa ante situaciones consideradas amenazantes para uno. Sin embargo, se convierte en un problema cuando afecta tu salud física y emocional.

Es decir, te causa dolores musculares o migraña, sensación de miedo y acelera tu ritmo cardíaco, entre otras cosas. Para evitarlo, ten en cuenta estas señales de alerta:

• Preocupación excesiva. Tienes un problema y no paras de pensar en él. Le das vueltas y siempre llegas al mismo punto.

• Síntomas físicos. Fatiga, dificultad para conciliar el sueño, tensión muscular, problemas gastrointestinales, sudoración excesiva y falta de concentración.

• Cambios de humor. Te sentirás irritado y lo peor es que no sabrás por qué exactamente estás así. Ante cualquier mínima cosa que no te guste, explotarás.