La falta de rigidez por parte de la Federación Mexicana de Fútbol ha permitido que no exista un límite en los cupos de jugadores extranjeros en el torneo, especialmente ahora que entró en vigencia la regla ‘10/08’, que permitirá a los clubes mexicanos alinear a diez jugadores no-mexicanos en un cotejo. Ahora, cada equipo deben poseer sólo ocho futbolistas nacionales (registrados como mexicanos antes de la mayoría de edad) entre los 18 que exigen las reglas de la competición. En otras palabras, el cupo de extranjeros se amplía a diez.

La lista de jugadores extranjeros que tienen el peso de lograr grandes actuaciones está liderada por Andrés Felipe Andrade (27), colombiano que pasó del América al León; le sigue otro colombiano, Avilés Hurtado (29), ex Chiapas y ahora en Tijuana; el argentino Damian Schmidt (23), que llegó al Puebla desde el Racing argentino; Enzo Roco (23), chileno que pasó del Espanyol al Cruz Azul; el veterano argentino Jonathan Fabbro (34), que fue trasladado del Cerro Porteño de Paraguay al Chiapas; el paraguayo Iván Piris (27), que llegó al Monterrey desde el Cerro Porteño; el uruguayo Jonathan Rodríguez (23), que dejó el Deportivo La Coruña para defender al Santos; el colombiano Leiton Jiménez (27), que pasó del Atlas al Tijuana; el argentino Marcelo Barovero (foto), que reforzó al Necaxa procedente del River Plate argentino; otro argentino, Neri Cardozo (29), que pasó del Monterrey al Querétaro; los peruanos Pedro Gallese (26), que dejó el Juan Aurich de su país para unirse al Veracruz, y Raúl Ruidíaz (25), que llegó al Morelia procedente del Universitario de Deportes peruano.

También hay gran expectativa por lo que puedan conseguir el argentino Rodrigo Gómez (23), quien pasó del Independiente de Avellaneda de Argentina al Toluca; el español Saúl Berjón (30), quien pasó del Eibar de su país al Pumas; el argentino Silvio Romero (27), que fue traspasado del Chiapas al América; y otro argentino, Víctor Ismael Sosa (29), quien dejó Pumas para reforzar a Tigres.