Alo largo de nuestras vidas conocemos y no hacemos amigos de personas que en un principio muestran la mejor de sus caras, ocultando su verdadero ser. Hay muchos amigos que en vez de sumar en nuestras vidas sólo restan y por ello debemos aprender a reconocerlos y ‘cortarlos de raíz’ para que así no afecten a nuestra tranquilidad y nuestra alma.

Si una amistad te llama siempre o se comunica contigo para contarte sus problemas o cuando necesita un favor y después no se acuerda de ti, dejándote la sensación de haber sido utilizado, esa persona no te quiere: te usa para satisfacer sus intereses.

Es cierto que recurrimos a nuestras amistades para que nos hagan favores y no hay nada malo en eso, siempre que se aprecie el valor de la relación, haya reciprocidad y exista un vínculo estrecho. Entonces no hay problema.

Si una amistad siempre te critica, te dice que todo lo que haces no está bien, te baja la moral y no te la levanta nunca, esa es una amistad negativa.

Está bien que los amigos apunten nuestros errores, pero hay formas constructivas para hacerlo. También hay amistades que, en lugar de vivir su vida, quieren vivir la tuya, aconsejándote y diciéndote lo que tienes que hacer. Estas personas tienen un ‘ojo clínico’ para ver tus defectos siempre, sin considerar que sus propias falencias son mayores. En algún momento de tu relación, esas personas te culparán de sus propios contratiempos, haciéndote sentir mal gratuitamente y estropeándote la felicidad.

Un amigo tampoco lanza una ácida crítica, dolorosa, sin que le importen tus sentimientos. Las amistades que dicen ‘hablar con honestidad’, lanzando frases muy duras contra ti, contra tu persona, contra tus creencias, contra tus posiciones política, contra tus otras amistades, lo hacen para dañarte y para ellas ser ‘indispensables’ para ti. Esta gente no es amiga verdadera.

No permitas que te hagan sentir menos. Que nadie te quita la sonrisa de los labios, que nadie inyecte su veneno en tu alma y acabe con tu optimismo y entusiasmo. Depura de inmediato a las personas negativas de tu entorno. A esas falsas ‘amigas’, a esas rosas podridas. Busca gente con la que te sientas bien.