Según un reciente estudio de la Asociación Americana del Cuidado de la Salud, Texas no satisface las necesidades y expectativas de la creciente población de personas de edad avanzada y de los discapacitados.

El año pasado, el gobierno del estado no alcanzó a cubrir los gastos de los pacientes del seguro de salud popular, conocido como Medicaid, registrando una deuda de 267 millones de dólares a los asilos estatales. “El gobierno está pagando 13% menos de lo que debería pagar por los pacientes del Medicaid; los asilos del estado están haciendo lo posible para sobrevivir, ya que dos tercios de sus residentes son financiados con el apoyo del gobierno estatal y no podemos permitir que a los residentes que pagan se les incremente el costo sólo para cubrir a los faltantes”, declaró Scot Kibbe, director de relaciones gubernamentales de la Asociación del Cuidado de la Salud en Texas.

El problema al que se enfrentan estos lugares empeorara con el tiempo debido a la creciente población de adultos de la tercera edad, tal como señala Kibbe: “El promedio de vida de la población es más prolongado. Los ‘baby boomers’ siguen envejeciendo y muchos ya están en una etapa en la que necesitan cuidados especiales; además, Texas recibe a muchos residentes de otros estados que llegan para retirarse”. Según datos oficiales de la Oficina del Censo, para el año 2030 el 20% de la población será mayor de 60 años, un 25% más que en el 2012.

Otros retos

La falta de empleados y la poca duración de éstos es otro de los problemas a los que se enfrentan los asilos y lugares especiales para atender a personas discapacitadas en la región.

“Aunque contamos con empleados apasionados por sus trabajos, muchos están abandonando estos puestos ya que los salarios son muy bajos comparados con el pago de los hospitales; mientras que los asistentes de enfermeras ganan más dinero en la industria de comida rápida que en los asilos”, dice Kibbe.

Defensores del cuidado de la salud en Texas recomiendan a los ciudadanos que se preparen con un plan de retiro y suficientes ahorros. “El congreso de Texas puede evitar que esta situación se convierta en una crisis para el estado si aprueban un mayor presupuesto para este sector de la población durante la próxima sesión legislativa que inicia en enero del 2017”, aseguró Kibbe.