Varios conductores de autobuses fueron los primeros en alzar la voz: cientos de vehículos en Austin hacían caso omiso a la señal de ‘Stop’ que muestra el autobús cuando recibe o descarga estudiantes. Este es un claro riesgo contra la vida de los niños y jóvenes que utilizan este sistema de transporte.

Ante esta denuncia, durante la primavera del 2014, el Distrito Escolar Independiente de Austin (AISD) puso a prueba un sistema de cámaras en los autobuses escolares. Sólo 30 autobuses contaban con el sistema, pero los resultados fueron preocupantes: aproximadamente 60 infracciones fueron cometidas cada día.

Filiberto Bonilla, subdirector de Transporte del AISD, explica que en el 2015, año en el que agencias estatales contaron 7,676 infracciones en sólo un día en todo Texas, el Concejo de Austin aprobó una ordenanza que hace ilegal no sólo pasar al autobús en la misma vía que éste ocupa, sino también en el sentido contrario. La multa establecida es de $300.

Ese fue el primer paso para reforzar la seguridad de los estudiantes. Luego, el AISD se asoció con la empresa American Traffic Solutions, quien se comprometió a equipar el 58% de la flota de autobuses con cámaras de vigilancia.

De esta forma, desde el próximo lunes 8 de febrero, cualquier conductor que cometa una infracción pasando por alto la señal de ‘Stop’ de los autobuses escolares, recibirá una multa en su casa. Bonilla señala que, aunque las cámaras serán monitoreadas a diario por personal de American Traffic Solutions, las multas demorarán entre dos y tres semanas en llegar al domicilio del dueño del coche infractor.

Aunque los $300 serán pagados por los infractores al Distrito Escolar, la empresa que donó los equipos tendrá el derecho al 60% del pago, lo que garantiza que los sistemas seguirán en funcionamiento. Y pese a que existe un proceso de apelación, las pruebas contra los infractores son contundentes: un video que deja en evidencia el vehículo y su número de placa.

Este programa no es sólo un empeño por hacer cumplir las leyes de tránsito, sino por proteger a los miles de estudiantes cuyas vidas podrían estar en riesgo. “La meta es que todos nuestros jóvenes estén seguros”, concluye el subdirector de Transporte del AISD.