Dos centros familiares de detención de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) que operan en San Antonio (Karnes City y Dilley), recibieron licencias para funcionar como “albergues de menores”. Estos permisos permiten al ICE esquivar una orden judicial dictada el año pasado que obligaba al Gobierno Federal a liberar a los detenidos, en cumplimiento de un acuerdo judicial de hace 18 años.

Dilley y Karnes City se encuentran en el “ojo de la tormenta” desde su apertura en 2014 debido a acusaciones de maltratos y abusos cometidos por los custodios de esas instalaciones, que tienen capacidad para albergar hasta 2,932 personas. Es oportuno recordar que en mayo del año pasado la organización Human Right Watch publicó un informe en el que señaló que la detención indefinida de madres que solicitan asilo y de sus hijos produce graves secuelas psicológicas. AGENCIAS