“La prioridad es la deportación”
Departamento de Seguridad Nacional pide a migrantes no arriesgar sus vidas cruzando como ilegales
Marlon Gomez | 2/11/2016, midnight
La entrevista con los voceros de la Fuerza Conjunta Oeste del Departamento de Seguridad Nacional (JTF-W/DHS), Isidro Arreola y Álvaro Contreras Jr., estaba pautada para las 9:30am., pero antes de tomar el teléfono se agregaba otro “número rojo” a las estadísticas: esa mañana un inmigrante fue encontrado sin vida. Murió intentando cruzar el Río Bravo, cerca de Piedras Negras.
Por desgracia, estas malas noticias son comunes. Durante el 2015 más de 200 personas perdieron la vida sólo en la frontera Suroeste del país, que comprende la zona de Big Bend, Del Río, El Centro, El Paso, Laredo, Río Grande Valley, San Diego, Yuma y Tucson. El 2016 ya suma varios cadáveres de quienes se lanzaron a la incertidumbre del desierto, sin papeles, pero con sueños.
“Cruzar ilegalmente es muy peligroso”, concuerdan los dos agentes y para ellos, que conocen de cerca las historias de los que pierden la vida y de los que son detenidos, es claro que no expondrían a sus familias a esas situaciones. Pero qué pasa con aquellos que viven en Centroamérica, en ciudades en las que sus vidas no valen nada y en donde los niños están expuestos a ser reclutados por las ‘maras’, temor que los obliga a preferir arriesgar su integridad cruzando el río y el desierto. La única posibilidad para ellos es tentar suerte en territorio estadounidense.
Si lo logran, desafortunadamente las autoridades federales encargadas del cuidado de las fronteras de este país y de la seguridad nacional tienen una orden que cumplir: “La prioridad es la deportación”, advierte Arreola. “Nuestras fronteras no están abiertas a la inmigración ilegal; si usted viene a este país de esa forma, le enviaremos de vuelta de acuerdo a lo que dictan nuestras leyes y valores”, esas fueron las palabras del Secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson al anunciar que las autoridades seguirán cumpliendo con los procedimientos para deportar a los inmigrantes indocumentados.
Y la deportación es un tema serio: sólo el 8% de quienes cruzan la frontera ilegalmente obtienen asilo u otro beneficio que les permite quedarse en este país. Los demás reciben la temida orden de remoción.
No se arriesgue
Pero antes de optar por ser parte del 8% que consigue un permiso legal, es necesario sobrevivir. Y es que la frontera tiene más peligros de los que se creen. En verano el calor es atroz y en invierno el frío es inclemente. Quienes se adentran en el desierto deben andar por caminos rurales, sin rumbo marcado, por lo que pueden perderse y/o quedarse sin agua fácilmente.
¿Y la ayuda de un “coyote”? Para Álvaro Contreras Jr. es peor: “Ellos se aprovechan de la necesidad y engañan diciendo que hay permisos disponibles cuando lleguen a este país, pero eso no es cierto. Les cobran mucho dinero y les roban; además hay casos en los que abusan sexualmente de ellos y luego los abandonan. El año pasado hubo un caso en el que los migrantes murieron porque el ‘coyote’ los transportaba en un coche e intentó huir de los agentes fronterizos, pero se volcaron”.
A la embajada
Centenares de familias han sido separadas por los “coyotes” y miles estafadas. Aún así, hay quienes ponen sus esperanzas en ellos.
– ¿Qué le dicen a esas personas que prefieren poner sus vidas en riesgo para salir de sus países?
– Que vayan a embajadas y consulados y expongan sus casos. Hay formas de venir legalmente. Si cruzan ilegalmente, no hay permisos. No es que no los queramos aquí, pero muchos pierden la vida en su travesía por llegar aquí.