Indocumentada encuentra refugio


Templo del norte de la ciudad acoge a madre e hijo con orden de deportación

2/11/2016, midnight
Indocumentada encuentra refugio

De acuerdo con el Departamento del Estado, sólo en el 2013 se registraron 101 muerte por semana en Guatemala. Esa violencia desmedida es el motivo principal por el que muchos guatemaltecos abandonan su país y arriesgan sus vidas para llegar a territorio estadounidense, buscan paz y mejores condiciones para vivir. Sin embargo, a principios de enero de este año el ICE inició operativos de deportación inmediata contra miles de centroamericanos que ingresaron a este país en el verano del 2014.

Para los indocumentados que escapan de la violencia de sus países, regresar no es una opción. Con tal de evitar su deportación, muchos indocumentados llegan a pedir ayuda a instituciones caritativas, como las iglesias. Es el caso de Hilda Ramírez (27), mujer guatemalteca que en una conmovedora conferencia de prensa el pasado 9 de febrero, expresó su gratitud a la Saint Andrew’s Presbyterian Church por ser un santuario oficial para ella y para su hijo de 8 años. En el evento, la prensa local fue testigo de su miedo y del infame grillete que lleva en el tobillo y que es monitoreado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

EL DATO

Desde hace 18 meses, las iglesias impulsan a nivel nacional el “Movimiento Santuario” con el que han brindado protección contra la deportación a 11 personas en 9 ciudades.

“Mi caso de asilo político fue negado y yo vine aquí, a este santuario, porque tengo mucho miedo. Ahora hay muchas redadas en contra de las personas que entraron en el 2014… yo soy una de ellas… Tomo este santuario porque no quiero regresar a mi país’’, expresó Hilda ante la prensa local.

Como toda madre, Hilda hace todo lo posible por sacar adelante a su hijo. En 2014, se vio obligada a huir de la violencia de su país, Guatemala, pero, tras cruzar el Río Bravo en agosto de ese año, fue detenida por la Patrulla Fronteriza y llevada a un centro de detención en el que permaneció por más de un año. Tras varias peticiones de asilo político (todas negadas), semanas atrás Hilda encontró refugio temporal en una iglesia del norte de Austin. “Yo vine a EU porque ya no aguantaba más la violencia de mi país. Nunca pensé que iba a estar por tanto tiempo en un centro de detención o que llevaría un grillete en mi pie”, se lamenta Hilda.

De acuerdo a Jim Rigby, ministro de la Saint Andrew’s Presbyterian Church, un santuario “no es un cuarto lujoso con bancos aterciopelados y ventanas extravagantes. Un santuario es un lugar donde la fe exige que se trate a los refugiados como si fueran nuestros vecinos. Cuando supimos de la petición de Hilda nos preguntamos ‘¿podemos quedarnos callados mientras Hilda es enviada de nuevo a una muerte casi segura, y todavía llamarnos seguidores de Cristo?’”.

Por su parte, Jon Montgomery (76), miembro de la iglesia Saint Andrew, opina sobre el tema de los refugiados: “Brindar apoyo a los refugiados es algo que la iglesia ha hecho siempre y es algo que apoyo y apoyé más cuando escuché la historia de Hilda. El que suceda en nuestra ciudad es magnifico”.

Jim Rigby asegura que Hilda Ramírez y su hijo permanecerán indefinidamente en la Saint Andrew’s Presbyterian Church.

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