Nadie sabe qué hará Donald Trump cuando asuma la presidencia del país, pero muchas de las más de trescientas ciudades y condados considerados ‘santuario de indocumentados’ se preparan para la defensa de esos inmigrantes, aunque eso les haría perder fondos federales.

Y a pesar de que grandes ciudades como Nueva York, San Francisco, Chicago y Austin son conocidas como ‘santuarios’, las amenazas de Trump y otros republicanos las pone contra la espada y la pared: si colaboran con el ICE, podrían enfrentar demandas de organizaciones civiles, especialmente si actúan sin una orden judicial; y si no colaboran con el ICE podrían perder millonarios fondos para un amplio abanicos de programas policiales, sociales y comunitarios.

Lo irónico es que, si el Gobierno Federal les retira fondos, la medida tendría un impacto negativo en comunidades enteras, no sólo en los inmigrantes, lo cual afectaría los planes de la Administración Trump de acorralar, encarcelar y deportar a tres millones de ‘inmigrantes criminales’.

En todo el país, son varias las jurisdicciones que ya adelantaron que protegerán a sus indocumentados. Alcaldes y jefes policiales de más de diez ciudades grandes, entre éstas Nueva York, Chicago, San Francisco, Oakland y Los Ángeles, además de Austin, Houston, Providence, Columbus, New Haven y Washington DC, entre otras, advirtieron que montarán una resistencia a las políticas draconianas que pueda implementar Trump contra los indocumentados. AGENCIAS