La cancelación de deportación es una forma limitada de alivio para residentes permanentes y no-residentes (indocumentados). El alcance de la ley de cancelación de deportación es limitado, y sólo puede solicitarse cuando la persona está bajo un proceso de deportación. Los jueces de inmigración solo pueden aprobar 4,000 aplicaciones de cancelación por año.

Los requisitos para solicitar este recurso legal son:

– Haber vivido en este país por lo menos diez años de manera continua. Si la persona que está por ser deportada estuvo por más de noventa días fuera del país, no se consideran los diez años de residencia y el interesado debe comenzar a contar a partir del día que reingresó a territorio estadounidense.

– Demostrar buena conducta moral. Para probar este punto, el juez considera si la persona que corre el riesgo de ser deportada tiene sentencias por conducir sin licencia, si ha pagado la manutención de sus hijos o si, durante esos diez años, ha pagado sus impuestos, entre otras condiciones.

– Poder demostrar que un miembro cercano de la familia (que sea residente o ciudadano estadounidense) será perjudicado o sufrirá extremadamente con la deportación de la persona que está solicitando la cancelación. Este es el requisito más difícil de comprobar, ya que requiere evidencia y gran cantidad de pruebas para poder demostrarlo.

Es importante recordar que el interesado en solicitar la ley de cancelación de deportación no puede haber sido previamente sentenciado ni haber quebrantado ciertas leyes. Además, actualmente, un extranjero no-residente es elegible para solicitar la cancelación de remoción solamente una vez. Por lo tanto, si el caso es negado, o si el extranjero en algún momento pierde su residencia, no podrá volver a aplicar. AGENCIAS