Los números empiezan a complicarse para Donald Trump en su camino para alcanzar 270 votos electorales. Esa cifra es el umbral para que el candidato presidencial republicano gane la presidencia. Trump tiene baja popularidad en Colorado, Virginia y Carolina del Norte, estados que son claves para él si desea ganar las próximas elecciones presidenciales.

Si Clinton se asegura estados como Colorado, Virginia y Carolina del Norte donde encuestas recientes indican que tiene una ventaja significativa, Trump tendría que ganar la mayoría de los estados colindantes con los Grandes Lagos (Minnesota, Wisconsin, Michigan, Illinois, Indiana, Ohio, Pensilvania y Nueva York) para tener alguna posibilidad de llegar a los votos necesarios para ser el sucesor de Barack Obama. Eso, siempre y cuando gane en Florida también. Si registra una derrota allí, necesitará victorias arrasadoras en todos los estados clave (excepto Illinois y Nueva York) que apoyan firmemente a Hillary Clinton.

El panorama es incierto, ya que en este momento Trump no tiene la ventaja en ninguno de los estados en los que tendría que ganar y donde según encuestas recientes está muy por detrás de Clinton, que se ha enfocado en ganar los votos de Georgia y Arizona.

La fase de votación anticipada empieza el próximo mes, así que al menos los votantes tienen una amplia oportunidad para cambiar de opinión. Por el momento, Hillary Clinton tiene una clara ventaja en las encuestas de preferencia, nacionales y estatales, en un momento crítico de la campaña: cuando los votantes empiezan a prestar más atención a la contienda electoral y a las propuestas.